Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
Fue mucha la incertidumbre del regreso a clases presenciales, demasiada la información confusa que se presentaba cuando se esbozaban las formas y dinámica para volver a las aulas de manera segura; hoy, después de cuatro semanas, si bien las cosas no siguen igual se continúa con muchas dudas.
Desafortunados casos de alumnos y maestros de todos los niveles confirmados como contagiados de COVID se han presentado en las distintas escuelas de nuestro Estado, por ello vale la pena resaltar una vez más la enorme valentía del personal magisterial, directivo y de asistencia y apoyo a la educación para hacer posible esta vuelta a las instituciones educativas.
El reconocimiento a sus funciones vale más que los 720 pesos que se les entregó por su destacada labor al enfrentar la pandemia, si bien esa cantidad no es suficiente, con seguridad a nadie le sobró dicho dinero; no obstante, la revalorización de los docentes es, ahora, una realidad ante el enorme reto asumido.
Los temores continúan, la exposición a contraer la enfermedad es latente y sin embargo, como guerreros en pie de lucha, los y las maestras tienen abiertas las escuelas virtud de su compromiso y dedicación. Hoy más que nunca sería injusto y ruin el que algunos sectores de la sociedad continuaran manejando su discurso de que el magisterio trabaja poco.
Es verdad que este atípico regreso tiene un sabor agridulce, ver los patios y canchas deportivas semidesiertas hacen parecer que las escuelas tienen poca vida y a esto hay que sumarle que el color y el calor brindado por los maestros y maestras se ha visto mermado en aras de proteger la salud de todos.
Sí, coincido en que a quienes más les duele ver las limitaciones con las que se regresó a clases es a los maestros y maestras, pero si a todo hay que verle el lado positivo, esta enfermedad que lamentablemente nos aqueja ha servido para ver con ojos distintos al profesorado; unos ojos que nunca debieron haber visto mal a la docencia; una mirada que hoy nuevamente los eleva al pedestal en que se encuentran.
Auténtic@s guerrer@s!