Por: Rosalío Morales Vargas
La aurora por alumbrar
El sol por decir su arenga
La guerrilla se prepara
A luchar en sus trincheras
El 23 de septiembre
Todavía se recuerda
En la Sierra de Chihuahua
Se realizó una epopeya
Un huracanado viento
Hizo trepidar la tierra
Una batalla se libra
En el cuartel de Madera
El equipaje rebelde:
La ética y la entereza.
Optaron por la vía armada
Al cerrarse otros caminos
No iniciaron la violencia
Otro era su compromiso
La agresión la comenzaron
Los que expolian campesinos
Los que explotan al obrero
Con un estipendio indigno
Los que matan estudiantes
Los que vejan a los niños
Los que fabrican miseria
Haciendo el mundo sombrío
Es el surtidor de abusos
La fuente de los conflictos.
Palpitaron corazones
En el luminoso día
Pero desde antes tejieron
Muchas redes extendidas
Las mujeres lugareñas
Las muchachas normalistas
Ocupando su lugar
Dispuestas a dar la vida
El cometido difícil
Las aguas no eran tranquilas
Enfrentaban a caciques
De vileza desmedida
Prefirieron el combate
Y no hincarse de rodillas.
No es tarea de unos pocos
El transformar lo existente
Se precisan multitudes
Con espíritu consciente
Emergiendo de un letargo
Para cumplir sus deberes
En pos de otros horizontes
Dispuestas a la lid siempre
Por eso conmemoramos
La lección de aquel septiembre
Si se levantan los pueblos
E insurrecciona la gente
La densa noche se esfuma
Las alboradas advienen.