Autoridad está quedando a deber en la revalorización del magisterio, pero también se requiere mucha autocrítica de los maestros y compromiso para prepararse mejor, si no se quedaría en una reclasificación salarial: Gil Antón

Chihuahua, Chih.- El profesor del Colegio de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, investigador y reconocido analista educativo, el Doctor Manuel Gil Antón, participó a principios de semana en la Universidad Pedagógica Nacional de Madera en varios eventos del décimo aniversario de dicho campus. En ellos, entre otras cuestiones, abordó el tema de la revalorización del magisterio, tema que asegura debe tener dos vertientes. Si bien manifestó que por una parte la revalorización parte de un reconocimiento –de las autoridades y la sociedad- a la peculiaridad e importancia de la labor magisterial, aspecto en el que consideró que la revalorización se ha quedado en los discursos y “hay deuda” por parte de la USICAMM, también enfatizó que de forma paralela requiere de una gran autocrítica desde el propio magisterio y un compromiso decidido por prepararse mejor. De no contarse con este segundo componente, advirtió, tan sólo se estaría en disposición de alcanzar una mera “reclasificación salarial”, no la tan demandada y necesaria revalorización del magisterio como tal.

Gil Antón empezó centrando el foco sobre el tema, pues en algunas ocasiones se ha distorsionado, no se sabe si intencionalmente o por desconocimiento, por parte de algunas autoridades educativas el verdadero sentido de la revalorización magisterial. “Además de todo eso que ha pasado con la USICAMM, que es bastante conocido, yo me preocupé mucho porque escuché a Moctezuma, cuando era secretario (de Educación Pública), cuando empezó la pandemia que dijo ‘ah, ahora sí las familias están dando cuenta de lo importante que son las maestras y los maestros, ¿verdad? Porque no saben qué hacer con los hijos en la casa’. No, perdón, las maestras y los maestros no son importantes porque guardan a los niños”, empezó aseverando.

Dicho esto, enfatizó que “la revalorización del magisterio en México tiene que ser un proceso mucho más largo y no pasa, creo yo, unilateralmente para lograrse”. Afirmó que si bien hay que partir de algo irrefutable como que “las maestras y maestros de la escuela preescolar y básica del país son los intelectuales más importantes de México, porque son los que con su trabajo consolidan las estructuras cognitivas con las cuales aprendemos el resto de la vida. Y lo son en cualquier país, lo son en Estados Unidos, en España, donde sea”, con el mero reconocimiento de esta realidad no basta o no sería suficiente.

“La revalorización del magisterio tiene que ir por el lado del reconocimiento de su peculiar profesión, que es bien complicada, pero además tiene que venir de la mano de un compromiso del magisterio de hacer muchísima autocrítica y prepararse mejor”, hizo hincapié, señalando que, por ejemplo, se necesita modificar algunos vicios de las Escuelas Normales y el resto de escuelas formadoras de maestros, incluyendo a los profesores universitarios, que muchas veces se creen en otra esfera cuando en muchos casos no recibieron tan siquiera ni la misma formación que un docente de básica.

Ahondando en la idea, Gil Antón prosiguió incidiendo en que “la revalorización del magisterio tiene que ir por dos lados, por el lado de la ubicación social, pero también de la parte de los propios profesores, y si no viene acompañada de un compromiso por ahí entonces la revalorización, que Esteban Moctezuma comprendía como los van a echar de menos porque son buenos carceleros, como Pink Floyd, ‘son otro ladrillo en la pared para poder ir a la chamba’, la otra es páguenos más, etcétera sin cambiar. No, espere, vamos a hacer una reorganización”.

Señaló que en el discurso se ha hablado mucho de la revalorización del magisterio, “pero debido a la inexperiencia y, creo yo, al mal cálculo de lo complejo que era, la USICAMM nos está quedando a deber”, aseguró, haciendo hincapié en que “una cosa es que haya modificaciones en las formas y otra que los grupos de interés no sigan jugando. Siguen jugando y de repente una maestra que estaba en el lugar 3 aparece en el 17 ¿qué onda? o esta acusación muy grave que se ha hecho a muchos profesores de haber copiado cuando hay algunos que evidentemente no lo hicieron”.

Gil Antón consideró que si bien el magisterio mexicano ya ha mostrado su compromiso de mantener la educación durante la pandemia, debe dar un paso más, ya que “sin nuestra autocrítica, la de nosotros profesores de todos los niveles, y sin un compromiso de asumir de veras la importancia de nuestra profesión, no va a haber revalorización. Puede haber una reclasificación salarial, puede haber un reconocimiento y ponerles a los profesores y a las profesoras premios, eso no es revalorizar”.

“Revalorizar es reubicar la función de la docencia, de la Escuela Básica Mexicana, como un ciclo central en el desarrollo del país, y para eso hay que merecerlo y para merecerlo hay que darle duro y es para todos, para autoridades, para profesores, profesoras, y que no vengan con que en el sector superior, no, yo creo que tenemos que ser mucho más que los de abajo”, concluyó el experto en materia educativa.