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Ven docentes de la Ciudad de México prematuro reabrir escuelas

Con los ojos cuajados de lágrimas por la felicidad de haber recibido, minutos antes, su única dosis de la vacuna CanSino Biologics, Érika, profesora desde hace 18 años, recuerda con nostalgia los días en los que veía a los menores recorrer las aulas del jardín de niños donde labora.

«Ojalá podamos regresar pronto, a todos nos hace falta. Se extraña el abrazo de un niño, el beso, que a lo mejor vamos a regresar y no podremos hacerlo, pero sus risas, sus ocurrencias. Eso es lo que nos da mucha vida», expresó.

Ella es una de los 49 mil 487 docentes estimados por el Gobierno capitalino que acudieron a una de las ocho sedes establecidas como parte de la jornada de vacunación para el personal del sector educativo.

La docente de 42 años acudió a la Biblioteca Vasconcelos para ser de las primeras personas en aplicarse en biológico durante esta jornada de vacunación exclusiva para trabajadores de la educación en la Capital.

«El trabajo remoto demanda mayor trabajo por parte del docente, capacitaciones, mayor especialización, mis alumnos fueron parte de mi aprendizaje», contó.

Decenas de profesores, académicos y técnicos acudieron con previa cita a las sedes. Los asistentes ingresaron de manera escalonada con identificación oficial y código QR en mano portando cubrebocas y, en algunos casos, careta.

Pese a la alegría de la mayoría de los docentes por recibir la vacuna, también hubo descontento con el anuncio del pronto regreso a clases.

Para Micaela Cruz Monje, doctora en Ciencias Sociales y profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, es prioritario completar la vacunación de adultos mayores, de médicos privados y de alumnos.

«No hay que engañarnos(…), el hecho de que yo me haya vacunado no significa que no esté expuesto el estudiante. Sigue expuesto y en consecuencia tenemos que minimizar los costos de la exposición vacunándolos», añadió.

En este sentido, Laura Cervantes, profesora de preescolar en el Colegio William James Yollihue, aseveró que la vacunación también debe priorizar a las personas cuyos trabajos los obligan a salir día a día para mantener a sus familias.

«La educación es importante, pero creo que podríamos haber esperado un poco más para atender a las personas que aún no tienen su vacuna», manifestó.

«Creo que pudimos habernos fijado o volteado a ver a otros sectores que tienen la necesidad de estar afuera, como las personas de los mercados y los negocios, por ejemplo».

Asimismo, Cervantes apunta que será un reto volver a clases presenciales si los estudiantes no están vacunados, ya que podrían contagiarse, volverse focos de riesgo para sus familiares.

«¿Cómo a un niño de preescolar puedes negarles un abrazo o la calidez del trato humano sólo porque no están vacunados!», enfatizó la docente mientras avanzaba en la fila del Pepsi Center.

Sandrin Rivera Hernández, directora de la Jurisdicción Sanitaria Cuauhtémoc, indicó que esta jornada se desarrolló con mucha más fluidez, pues la población es más joven, con más disposición y menos dudas.

Fuente: Reforma

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