Por: Punto…
Por mucho que se empeñen en salir muchas veces las “autoridades educativas” a, según ellas, “aclarar” algunas cuestiones, en ocasiones valdría la pena que tomaran el mismo empeño en reconocer algunas cosas en las que igual un aparato tan grande como el educativo puede tener una que otra falla, en ocasiones hasta de tipo puntual. Pero salir a desmentir por desmentir no tiene caso porque o dan la sensación de que no saben lo que ocurre o, lo que sería más grave, que lo pretenden tapar o cubrir.
La verdad, a eso sonó el día de ayer la salida del jefe del Departamento de Secundarias Técnicas de Servicios Educativos del Estado de Chihuahua, los SEECH, Carlos Rodríguez Castañeda, a decir que en la Secundaria Técnica 92 de Riberas de Sacramento –citamos literalmente lo que señalaba el boletín oficial compartido por la SEyD- “únicamente se citó a 10 estudiantes que carecen de conectividad, a fin de entregarles su Cuaderno de Actividades, y para que puedan dar continuidad al ciclo escolar; además de que se tomaron todas las medidas sanitarias pertinentes”.
Salir a decir que sólo se citó a diez estudiantes para darles cuadernillos –acción de apoyo que ha funcionado como una de las mejores estrategias durante la pandemia- cuando había imágenes de alumnos dentro de las aulas sentados en las bancas, no transmitía ya de por sí mucha confianza. Salvo que ahora para entregar cuadernillos sea necesario sentarse y cumplimentar un trámite de 30- 40 minutos.
Que hubo estudiantes que sólo fueron a recibir sus cuadernillos, es cierto, no cabe duda, pero tampoco se podría negar que hubo alumnos reprobados y sin conectividad que asistieron a clases de refuerzo o recuperación de Formación Cívica y Ética (estas “asesorías-clases” se supone que las “autoridades educativas” han señalado que sería, en todo caso, hasta el semáforo amarillo –seguimos en naranja- con la estrategia CASA). Luego ya quedaría en otro punto de debate de si existía obligatoriedad o no de asistir porque aquí sí que hay versiones contrapuestas y mientras madres de familia aseguran que recibieron llamadas amenazando con reprobar a sus hijos si no asistían, otras fuentes consultadas niegan tajantemente dicha obligatoriedad.
Si aparte de todo esto en el plantel había al menos 45 estudiantes y no los 10 referidos por la parte oficial, pues más complicado de creerle, y si encima hay videos de algunos de los estudiantes reconociendo a su salida del plantel que habían estado dando clase por mínimo 30 minutos, pues ya dirán.
El tema o la idea, comentan los que saben, habría partido de la maestra de Formación Cívica y Ética de este centro educativo, quien ya previamente habría externado su voluntad de acudir al plantel a regularizar de forma presencial a alumnos bajo su responsabilidad personal. Según estas versiones, la decisión no habría partido del director de la Secundaria Técnica, pero los directivos si habrían dado su autorización y visto bueno. En el tema del seguimiento de las medidas de seguridad sanitaria frente a la pandemia y sanitización de las instalaciones, las versiones también difieren y es complicado posicionarse.
Y sirva poner de relieve que la intención, más allá de entrar a valorar –nunca criticar- la siempre noble voluntad de esos otros héroes de la pandemia como han sido las maestras y maestros para apoyar de mil y una manera a sus alumnos, es aclarar la “aclaración” de las “autoridades educativas” y que si se hacen las cosas y hay que volver a las aulas, como mínimo, por respeto a maestr@s, alumn@s y madres y padres de familia, se haga como se debe, de manera totalmente segura y transparente.
(Videos con la imagen difuminada para su publicación)