In memoriam. Profra. Luz Elena Magdaleno Quiñonez (Segunda parte)

Por: Profr. Fernando Álvarez Montoya

La jornada iba a ser larga, 20 Km desde las oficinas del Gobierno del Estado (pueblito mexicano) hasta la Glorieta (salida a Chihuahua) Nada fácil, para la una y el otro que cargan kilos y años. Caminar tanto, no es el fuerte para dos viejos combativos llenos de optimismo pero también de achaques propios del tiempo acumulado. Aún a pesar de nuestra menguada salud, su salud, Luz Elena no achicó su ánimo y, avanzamos con lentitud en compañía de otros tantos más -alrededor de 50- con el fin de exigir al Gobierno del Estado solución a nuestras demandas. Empezamos nuestra travesía, momentos a pie y otras montados en carro. En el transcurso, sin darnos cuenta, dado que esa no era nuestra intención causamos enorme caos vial. La ciudad colapsada, partida en dos y enorme fila kilométrica de autos seguía nuestros lentos pasos.

– Al rato, – ¡Fer….me dice!-(Km 12)… –tengo hambre- poco después nos apartamos, nos salimos del “numeroso” contingente para buscar lugar y mitigar el hambre. Sin mucha presura comimos y, al poco tiempo salimos sólo para darnos cuenta de que la marcha de protesta había sido diezmada a golpes, unos al fresco bote, otros golpeados, heridos y otros huyeron espantados. Esta acción distractora de momento nos salvó de la violencia que ejerció la autoridad del municipio sobre la humanidad de los que practicaban un derecho consagrado en la Constitución. Tú y yo en línea directa seguimos hasta lograr llegar al objetivo. Estas y muchas acciones similares fueron parte cotidiana de tu existencia. Esa fue tu lucha, esa fue tu vida.

Muchas fueron las vicisitudes que la izquierdista y combativa maestra Luz Elena pasó, estar del lado, no oficial en contra del Gobierno y del corporativismo histórico, charro del SNTE no es cosa fácil.

Disentir fue acción y obra permanente de Luz Elena, disidente, radical hasta el final de su existencia no acepto jamás al charrismo corporativista del SNTE y la Secc. 42.

Para la maestra no fue fácil, conseguir plaza, estas eran controladas por el sindicato y era obvio de que había línea para dejarla fuera del magisterio. Solo, la lucha y la huelga de hambre a inicios de los 80’s y en la que permaneció con varios compañeros con similar demanda en la Plaza de Armas de Cd. Juárez le fue otorgada la plaza.

Al igual que a sus compañeros y en forma de castigo por no aceptar la línea corrupta y gansteril de la dirigencia caciquil de la Secc. 42, fue mandada a zonas de riesgo en la cual, por meterse en la lucha campesina y en apoyo a las demandas justicia social que ella apoyaba decididamente era amenazada de muerte y expulsado por los narcos. La denuncia de los atropellos hacia los más desprotegidos que constantemente denunciaba y la amenaza que se cernía sobre de ella hicieron que las autoridades educativas del Estado la movieran a Cd. Juárez.

La lucha por la democratización….