¿Cambiará la SEP con una maestra al frente?

Por: Profr. José Luis Fernández Madrid

Muchas de las críticas vertidas a los gobiernos estatales o federal son que, en aras de cumplir compromisos políticos de campaña, designan a conocidos o amigos sin antecedentes, perfil y/o experiencia en los distintos puestos o secretarías.

Para el caso de los secretarios de Educación ha sido una constante esta mala praxis de los gobernantes en turno, situación que ha desencadenado una serie de inconformidades ante las políticas educativas establecidas por personas que desconocen el sentir del magisterio.

La designación de una maestra para dirigir los destinos de la Secretaría de Educación Pública anunciada en días pasados abre una rendija para creer en la verdadera dignificación de las y los docentes, nadie más que un miembro del valeroso cuerpo de educadores sabe y conoce la realidad imperante en las aulas.

Otorgando el beneficio de la duda, Delfina Gómez Álvarez pronto tomará las riendas de la SEP y, el magisterio en general, con seguridad, estamos esperanzados en que la situación laboral cambie, no solamente en el aspecto económico, sino también en las situaciones administrativas y académicas; ser observados como reales agentes de cambio, ser revalorados en el término extenso de la palabra y, en general, ser tomados en cuenta para las grandes decisiones.

Funcionarios han ido y venido, incluso algunos utilizando sus puestos como mero trampolín político-electoral dejando a la deriva los planes a mediano y largo plazo al superponer su interés particular; de eso el magisterio está harto.

Podemos dar la bienvenida a la nueva secretaria, sus intenciones, sus ideas y su actuar inmediato dejará plasmada su filosofía ante el enorme reto que se le avecina, esperemos que interponga su vocación y formación de maestra ante cualquier insano intento de menospreciar la labor docente.

Hoy como nunca, es necesaria una mirada magisterial para atender las cosas magisteriales, es urgente una visión docente para manejar las cosas de los docentes, si es así, pasará a la historia, de no hacerlo, habrá sido una secretaria más.