Ciudad de México. Como uno de los resultados de la emergencia sanitaria, la politización de la pandemia también ha dejado saldos negativos, sostuvo el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, quien criticó que “las autoridades sanitarias han sido sometidas al desgaste de la grilla electoral”.
Ante la petición de gobiernos locales para administrar la aplicación de la vacuna contra Covid-19, el senador morenista subrayó que “no queremos que se repitan hechos cuestionables en donde perdieron la vida niños que padecían cáncer, a quienes se les suministraba agua destilada en lugar de las ampolletas profesionales y científicas contra la enfermedad”.
Por medio de un video difundido este domingo en redes sociales, el legislador hace un balance de lo feo, lo malo, lo bueno y lo mejor que dejó 2020.
Tras exponer que los decesos, contagios y afectaciones económicas, es lo feo que dejó el año que está por terminar, expuso que lo malo es que aún no se aprende la lección de esta pandemia frente a la contaminación y afectaciones al medio ambiente que se encarga de contener los virus.
A la par, indicó que “la politización de la pandemia es otro de los saldos negativos en todas partes. Las autoridades sanitarias han sido sometidas al desgaste de la grilla electoral, desde la solicitud de renuncias, hasta juicios penales contra profesionales de la medicina y de la ciencia por parte de la clase política y partidista. El parlamento fue convertido en paredón de juicios sumarios contra los zares anti Covid-19”.
Los efectos de la pandemia han acelerado las desigualdades y vulnerabilidades de una sociedad “enferma de individualismo, discriminación y falta de humanismo”, lamentó el también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, quien alertó que “el virus se ensañó con la población más pobre con las personas adultas mayores y olvidadas y con quiénes son más débiles inmunológicamente hablando y económicamente también”.
Entre lo mejor que ha dejado el año, y que debe de prevalecer por la siguiente década, es la reacción de la población que siguió las indicaciones de seguridad sanitaria para evitar la propagación de la enfermedad, así como “las heroínas y los héroes de batas blancas”, al referirse al personal médico y de enfermería que sigue al frente de la atención «a pesar del agotamiento y las carencias hospitalarias».
Fuente: La Jornada