- “El Presidente no escucha, el Presidente habla, emite su palabra y esa es la definitiva y pretende que sea la única. Y en ese tenor también está esta descalificación, que yo digo, es una restauración de un régimen autoritario”, señala gobernador de Chihuahua
- Destaca que los gobernadores de la Alianza Federalista llamaron a un movimiento nacional reformador y de reflexión, enfocado a generar una plena conciencia del proceso de restauración autoritaria que promueve el Gobierno Federal
CHIHUAHUA.- Los 10 gobernadores que integran la Alianza Federalista (AF) queremos ser escuchados por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en un diálogo franco, directo y abierto, en lugar de ser descalificados mediáticamente por exigir un presupuesto más justo para nuestras entidades, dijo el gobernador Javier Corral Jurado.
En entrevista con Guillermo Ortega Ruiz, para el noticiero Informativo NTR, el mandatario chihuahuense fue cuestionado sobre la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de negarse a recibir a la AF porque “dañaría su investidura presidencial”.
“Yo creo que son otro tipo de reuniones, de personajes, por cierto muy cercanos a él, los que terminan desprestigiando esa investidura o poniendo en entredicho esa institucionalidad”, respondió Javier Corral.
Advirtió que en el fondo, el hecho ineludible es que el país enfrenta un proceso de restauración autoritaria promovido por la Federación, que desanda las enormes conquistas democráticas que durante décadas le ha costado conseguir a las y los mexicanos.
“Pero él no quiere escuchar, porque también ese es el otro sello de la casa: el Presidente no escucha, el Presidente habla, emite su palabra y esa es la definitiva y pretende que sea la única. Y en ese tenor también está esta descalificación, que yo digo, es una restauración de un régimen autoritario”, reiteró.
El titular del Ejecutivo estatal consideró que el Presidente se ha convertido en “el principal elemento de inestabilidad política, no es el vértice con el que se une al país, no es el espacio en el que se genera la concordia, en el que se anima la unidad de los mexicanos en medio de dos grandes crisis, no, es el principal espacio donde se atiza la discordia pública, donde se sigue dividiendo al país y generando descalificaciones sin ton ni son”.
Ante ello, los gobernadores de la Alianza se pronunciaron para llamar a un movimiento nacional reformador y de reflexión, enfocado a generar una plena conciencia de lo que vive México a menos de 2 años del nuevo gobierno federal, explicó.
“Ya estamos totalmente polarizados, enfrentados, y con un escenario inédito en el que un presidente que dice que no recibe a 10 gobernadores, porque puede lastimar su investidura presidencial”, alertó.
Expuso que de nueva cuenta se ha puesto en vilo el conjunto de libertades políticas, sociales y económicas del país, para regresar a un viejo modelo presidencialista de los años 70 “con un control absoluto, un control político absoluto, una concentración de facultades, de competencias, de recursos”.
Destacó que el pronunciamiento hecho por los 10 gobernadores de la AF busca una relación más justa entre el Gobierno Federal y las autoridades estatales.
La actual –continuó– es “tan desigual, tan inequitativa, yo diría tan abusiva, que además se traduce ya en agandalle de recursos, como lo fue la eliminación de estos fideicomisos”.
Dijo que la exigencia de un nuevo convenio de coordinación fiscal y un Presupuesto de Egresos 2021 más justo, fue traducida por el Presidente, como lo suele hacer en su conferencia mañanera, en un amago de ruptura del pacto federal.
Javier Corral indicó que ningún mandatario ha planteado salir del pacto federal, si no el acabar con el esquema en el que la Federación se lleva 80 por ciento de los recursos tributarios y solamente se entrega el 20 por ciento a las entidades.
“Yo sí creo que lo que dijimos el lunes, es una alerta a todo el país, porque los tonos fueron muy fuertes, de todos los gobernadores. Esto es verdaderamente histórico, inédito, pero también es el reflejo de la preocupación que hay en todos nosotros por este deterioro tan rápido en el nuevo gobierno, de nuestra vida institucional y democrática”, señaló.
Añadió que el mensaje es que “no estamos dispuestos a seguir tolerando abusos ni atropellos, descalificaciones, insultos. Ahora resulta que cada que uno exige un mejor trato para su entidad o terminas de corrupto, conservador, defendiendo el status quo, etcétera”.
Lamentó que el presidente López Obrador a diario se dedique a sembrar el odio, la intriga y el enfrentamiento para polarizar a la sociedad, al linchar mediáticamente todas las posiciones contrarias a él.
“Teníamos una gran esperanza del cambio en lo político, yo veía incluso un ensanchamiento del sistema democrático, del combate a la corrupción, cuestiones que bueno, lamentablemente no solamente no se ven, estamos en una franca regresión”, manifestó.
Destacó que el fondo del posicionamiento presidencial es que se trata de un gobierno que permanentemente ha estado en campaña, y por ello concibe cualquier exigencia, reclamo y demanda, con fines electorales.
“Porque eso es esencialmente el gobierno de López Obrador, una campaña que todavía no es gobierno y un gobierno que todavía no termina de dejar esa intencionalidad. Todo lo ven en términos de rentabilidad electoral y de votos, y que siempre está con el tema de las encuestas, para arriba y para abajo”, señaló.
Por eso –agregó– así asume cualquier demanda, así sea del ámbito de estancias infantiles, cultural, ciencia y tecnología, gobernadores, víctimas, defensores de derechos humanos o el movimiento feminista.
“Actúa fundamentalmente bajo cálculos político-electorales, todo el día, el razonamiento, la lógica, la narrativa de su manera diaria, está enfocada a lo electoral, o sea, él sí está permanentemente en campaña, no ha dejado de estarlo y por eso lo traduce en todo de esa manera”, expresó.