- Durante la entrega de unidades de seguridad pública a los ayuntamientos, propone a las presidencias municipales aplicar arrestos y multas a quien no porte cubrebocas, organice fiestas y no respete las medidas de contención
- “Chihuahua no tiene otras manos que las de nosotros, sus autoridades locales y estatales. Asumamos esa tarea con responsabilidad”, exhorta
Chihuahua.- El gobernador Javier Corral Jurado pidió la ayuda de alcaldesas y alcaldes para hacer cumplir en sus localidades, las normas sanitarias para contener la pandemia de COVID-19, frente el repunte que ha cobrado en las últimas dos semanas.
“No nos hagamos de la vista gorda, no es momento de continuar la apertura de las actividades, ni de permitir carreras de caballos, fiestas, por más que la gente ya quiera ir a la fiesta patronal, a la feria”, señaló durante la entrega de unidades de seguridad pública a los ayuntamientos.
El mandatario estatal dijo estar muy preocupado por el reporte de un aumento de casi el 40 por ciento de incidencias relacionadas con la enfermedad, en el estado, ya que tanto los recursos como el personal de salud están mermados y exhaustos.
“No solamente las enfermeras, sino los médicos, los intensivistas, los propios directivos de los hospitales que están al frente de las unidades, ya están francamente agotados y algunos de ellos desesperados”, expuso.
Observó que las últimas dos semanas han sido las más difíciles de toda la pandemia para Chihuahua, pues se han disparado varios de los indicadores con que se evalúa el riesgo COVID: tasa de transmisión, tasa de hospitalización, porcentaje y promedio, y la tasa de intubación.
“Y particularmente el indicador que más me preocupa, por supuesto porque tiene que ver con la pérdida de vidas humanas, es el indicador de defunciones, que está vinculado a la hospitalización en área de cuidado intensivo”, expresó.
Compartió que esta semana, el sector salud sufrió la falta de disponibilidad de camas de hospital, y se debieron habilitar en áreas de urgencias para dar salida a enfermos en piso, e incluso se solicitó el apoyo de la Comandancia Militar para albergar a pacientes en el Hospital Militar.
“Yo necesito del apoyo de las alcaldesas y de los alcaldes de Chihuahua para hacer que se cumplan las normas sanitarias y de control sanitario en el estado. Chihuahua no tiene otras manos que las de nosotros, sus autoridades locales y estatales. Asumamos esa tarea con responsabilidad”, exhortó.
El gobernador propuso que los ayuntamientos apliquen el arresto administrativo a quienes organicen fiestas que superen las capacidades permitidas.
Añadió que el Gobierno del Estado también considera la posibilidad de sancionar económicamente a personas que no utilicen un cubrebocas durante las reuniones laborales y sociales.
“Para ello lo tendríamos que decretar formalmente en ley y no sólo en el lineamiento, como de uso obligatorio. En el estado de Chihuahua, les recuerdo que el decreto establece el cubrebocas de uso obligatorio”, advirtió.
Comentó que si bien es incómodo utilizar un cubrebocas, es el principal antídoto contra el contagio, las alcaldesas y los alcaldes deben orientar a sus poblaciones sobre cómo usarlo y mantenerlo puesto, junto con la conservación de la sana distancia y la higiene personal.
“No tenemos de otra, y van a tener que ayudarnos, y van a tener que apoyarnos a restablecer, si no se puede la conciencia de responsabilidad social, el orden de solidaridad y el respeto hacia los demás”, recalcó.
Lo anterior –agregó-, sobre todo las fiestas, bares, cantinas, salones de fiesta y de baile, porque ahí es ahí donde más se relaja el ambiente pero no se cumplen las medidas preventivas: “Queremos seguir como si estuviéramos antes y ya nada nada volverá a ser igual”.
El gobernador cuestionó la poca responsabilidad social que mostró gran parte de la ciudadanía cuando se avanzó al semáforo amarillo, pues la gente se sintió en verde y “todo mundo regresó a las fiestas y a las carnes asadas los domingos, y empezaron incluso en los bares, el karaoke”.
Anunció que en envió a la Fiscalía General del Estado y a la Secretaría de Gobierno, evidencia que él mismo detectó en Facebook, sobre convocatorias a ese tipo de eventos que hicieron bares y cantinas, para que les sean canceladas sus autorizaciones para operar.
Mencionó que, como gobernador, desde muy temprano diariamente se comunica directamente con las y los directores de los hospitales COVID para conocer la ocupación hospitalaria y lo que se requiere en insumos, materiales de curación y de protección personal, al igual que de medicamentos.
“Hemos tenido dos fines de semana sin sueño, sin posibilidad de pegar el ojo, por saber que se están superando las capacidades de nuestras instituciones de salud”, comentó.
Indicó que cada vez sabemos de más casos cercanos, de amigos, familiares, colaboradores, vecinos, que se han contagiado o han fallecido de COVID-19.
“No somos capaces ni de cuidarnos nosotros mismos y creemos que violentando las reglas sanitarias, las restricciones de horarios, de aforos, es que no nos conformamos sólo con mantener por lo visto el negocio”, expresó.
Javier Corral adelantó que es muy probable que antes que aplicar medidas de mayor restricción de la movilidad, el Estado decrete un retroceso al semáforo rojo en las próximas semanas.
“Leía una nota que esta mañana en El Heraldo de Chihuahua, diciendo que el 75% de quienes entran a intubación difícilmente la libran. Así es. O nos ponemos las pilas, o vamos a tener un problema serio”, destacó.