Chihuahua, Chih.- Atendiendo a la solicitud aprobada el martes en la Torre Legislativo, el gobernador del estado, Javier Corral Jurado, compareció la mañana de este jueves ante el Pleno del Congreso del Estado para explicar a los legisladores la situación del agua de las presas de Chihuahua y el conflicto en torno al cumplimiento del Tratado de 1944. El mandatario estatal reiteró, a través de la carta remitida al presidente Andrés Manuel López Obrador el 28 de julio, la que ha sido su postura invariable desde el principio del conflicto, recordando que sus propuestas y hoja de ruta para solucionarlo no obtuvieron respuesta alguna desde México y enfatizó que pese a que desde hace 35 años no llovía tan poco en la entidad, aún en esas condiciones Chihuahua estaba cumpliendo y aportando más que ningún otro estado, por lo que no iba a permitir que se le acusara de estar exponiendo a México a un conflicto con Estados Unidos.
Con la ausencia de los diputados del PRI, Rosa Isela Gaytán, Marisela Sáenz y Omar Bazán, que manifestaron previamente su negativa a participar de lo que consideraban un “show”, el titular del Ejecutivo estatal acudió a la sede del Poder Legislativo acompañado, entre otros, del secretario de Desarrollo Rural, el director de la Junta Central de Aguas y el coordinador Ejecutivo de Gabinete.
Javier Corral inició su primera intervención en tribuna agradeciendo la invitación a este acto de rendición de cuentas, el cual tomaba como una gran oportunidad para intercambiar puntos de vista y con la esperanza de que sirviera para informar a la sociedad chihuahuense sobre un tema tan sensible y desafortunadamente en el foco mediático por el agravio del que están siendo objeto el estado y sus productores.
Destacó que “esta comparecencia inaugura un nuevo formato de intercambio en la práctica que el gobernador del estado y el Congreso creo que deben de repetir y continuar”.
“Quiero expresar con toda claridad nuestra postura sobre el tema del agua y el pago del Tratado Internacional. Para ello me parece muy importante que la legislatura del estado y a través de esta sesión pública la sociedad chihuahuense se entere de lo que ha sido invariablemente mi posición en el conflicto del agua”, prosiguió.
“Para ello no tengo mejor instrumento que la misiva que le envié al presidente de la República el 28 de julio de 2020 y que fue respuesta a una solicitud del canciller Marcelo Ebrard Casaobón. A mediados de julio de este año el secretario de Relaciones Exteriores me preguntó abierta y directamente si el gobernador de Chihuahua iba a apoyar o no al presidente de la República en el cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas de 1944”, agregó.
“Clara y definidamente le dije al canciller que sí, como lo habíamos expresado una y otra vez en público y en privado, pero le dije al canciller que era necesario que el presidente de la República escuchara nuestra posición y nuestra postura y que fuera sensible a nuestras propuestas de cómo resolver el conflicto en el Estado de Chihuahua”, refirió al respecto.
Señaló que el propio Ebrard le sugirió que escribiera una nota informativa al presidente, enumerando las acciones específicas tanto a corto como a mediano y largo plazo para abordar el problema del agua.
Acto seguido, Corral dio lectura a la carta que remitió a AMLO, la cual afirmó que era el hilo conductor de su postura. En ella, empezaba por reiterar al presidente su voluntad y disposición para colaborar en el cumplimiento de las obligaciones para México en el marco del Tratado de 1944, recordando que tanto en público como en privado había manifestado que nunca arriesgarían a México a una tensión innecesaria con el gobierno de los Estados Unidos.
“Coincido con usted que el Tratado es benéfico para nuestra nación en la proporción de agua que Estados Unidos nos entrega y la que nosotros aportamos como país. La inequidad no está ahí, sino en la manera en como se ha distribuido la carga entre los estados tributarios al Tratado, la falta de gobernanza en la cuenca, el pésimo manejo de las Presas Internacionales, la corrupción en Conagua endémica, la falta de medición a tiempo y precisa de los volúmenes y la falta de transparencia en la información por parte de la Comisión Internacional de Límites y Aguas”, proseguía la misiva.
A continuación señalaba que la actual problemática podía ser un marco inmejorable para cambiar muchas de estas disfunciones, reconociendo que en este asunto confluían diversos intereses “y que hay quienes han aprovechado un tema tan sensible para medrar con éste. Lamentablemente, de todos los partidos, pero también hay preocupaciones genuinas por las inequidades internas, la falta de información y por el peso de la carga que recae sobre Chihuahua, además de que Conagua ha cometido en este proceso errores muy lamentables como el de anunciar que pretendían sacar volúmenes altos de la presa La Boquilla. En términos llanos, eso se interpretó acá como una declaración de guerra”.
Sacaba a colación que aún estaba vigente la controversia por la interpretación sobre el ciclo 34, que va de 2011 a 2015, porque un volumen de 324 millones de metros cúbicos del primer ciclo empezó su pago a partir del segundo, cuestión que no ha sido aclarada pertinentemente por CILA y Conagua a los productores, que insisten en que sí se pagó completamente.
La misiva al presidente apuntaba, por aquel 28 de julio, que de la presa El Granero se habían extraído de noviembre de 2019 a enero de 2020 un total de 125 millones de metros cúbicos y estaban a punto de concluir otros 75 millones de metros cúbicos más, dando un total de 200 millones de metros cúbicos, los cuales habían solicitado a la Conagua que se asignaran íntegramente al pago a Estados Unidos, si bien el organismo sólo lo concedió para los segundos 75 millones de metros cúbicos.
Apuntaba que históricamente los aportes del Río Conchos al Río Bravo se realizan durante el periodo de lluvias, que en el estado comprende del 20 julio al 30 de octubre, con el que en base a escurrimientos Chihuahua había venido aportando del orden de los 320 millones de metros cúbicos en años semisecos, pero siempre con escurrimientos desde las presas El Granero y Las Vírgenes.
“El problema es que no se cuenta con información fidedigna ni de CILA ni de Conagua sobre la aportación de los tributarios y los afluentes no aforados al volumen que corresponden al tratado, motivo que tiene sumamente preocupados e inconformes a los usuarios de Chihuahua, ya que por su situación geográfica nuestro estado siempre ha contribuido al cumplimiento sin recibir información que muestre un orden transparente en la contabilidad del agua”, refirió Corral en tribuna.
Recordaba en la carta al presidente que el ciclo agrícola concluía el 30 de septiembre, para lo cual por aquel entonces restaban 70 días, aludiendo a los niveles preocupantes que para el último de septiembre guardarían los volúmenes almacenados en las presas chihuahuenses.
Asimismo, Corral ya hablaba el 28 de julio de las Presas Internacionales, aludiendo a que contarían con un volumen de 224 millones de metros cúbicos, según CILA, que ante la urgencia podían emplearse para pagar el faltante del tratado. Asimismo, apuntaba a la existencia de un considerable volumen en las presas norteamericanas que podría ser motivo más que de sobras para la concesión de una prórroga a México.
Dicho esto, pedía al Gobierno Federal generar el espacio de diálogo necesario y deseado con los usuarios, ofreciendo al Gobierno del Estado “ser facilitador de las condiciones que lo permitan”, tras haberse reunido él mismo con los representantes de los distintos Distritos de Riego.
De igual modo, recordaba en la tribuna del Congreso que hacía al presidente una hoja de ruta o propuesta a seguir con medidas inmediatas, a mediano y largo plazo para salir del conflicto, empezando por la necesidad de esperar el mayor tiempo posible a las lluvias para saber con exactitud el volumen a extraer de las presas, que tras una primera evaluación el 20 de agosto se planeara junto a los usuarios una extracción muy medida, que el trasvase desde las presas para el pago del Tratado debía ser a través de los canales de riego para no afectar la infraestructura de las unidades de riegos, evitar al máximo la pérdidas durante el transcurso, que toda el agua que Chihuahua aportara fuera destinada exclusivamente al pago de la cuota con Estados Unidos y que se contabilizara dentro de éste los 125 millones de metros cúbicos extraídos de El Granero entre noviembre y enero, que se pusiera fin a las extracciones y usos ilegales de agua existentes a lo largo de la cuota del Río Conchos denunciando “una especie de huachicoleo del agua” para regar superficies no concesionadas “bajo la vista gorda de la Conagua”, un operativo permanente por parte de la Guardia Nacional y la Conagua a lo largo de la cuenca para evitar usos indebidos.
Corral apuntó que en la carta refería al presidente que tenía la oportunidad histórica de acabar con la opacidad con la que se había conducido siempre, desde 1944, CILA “como secreto de estado en su manejo”. Para acabar con ello, proponía que participaran en la comisión como observadores y auditores permanentes representantes de los tres estados tributarios al Río Bravo.
Además, afirmaba que las mediciones no podían continuar siendo “a ojo a buen cubero”, sino que cabía emplear la más novedosa tecnología para contar con una medición e información en tiempo real.
Corral lamentó que esta misiva, que fue entregada por Ebrard al presidente “nunca tuvo una respuesta y ninguna de las propuestas específicas que el gobernador de Chihuahua le planteó al presidente de la República”.
“Por el contrario, lo que todos nosotros pudimos observar y ver, el conflicto entró en una escalada de descalificación bajo una narrativa permanente de estigmatizar tanto a los productores en una primera etapa y luego a los propios esfuerzos del Gobierno del Estado en la siguiente y última etapa que hemos vivido”, lamentó el gobernador de Chihuahua.
“Siempre hemos comprometido nuestra colaboración, pero también siempre hemos colocado en esa colaboración los intereses del pueblo de Chihuahua y las capacidades materiales que le estado puede otorgar al cumplimiento de esa responsabilidad internacional”, agregó.
Corral aseveró que debía con toda rotundidad “rechazar la pretensión que busca establecer la falsa idea de que Chihuahua no ha colaborado con el pago del tratado o que no hemos permitido el cumplimiento del Tratado. Chihuahua ha aportado en este quinquenio más agua de la que ha aportado en quinquenios anteriores y no se diga en el último año de este quinquenio en donde con relación al conjunto de los seis ríos tributarios el Conchos aporta casi el 65 por ciento de la cuota. Chihuahua lo hace en medio de una sequía extrema”, recordando que había que remontarse 35 años atrás para encontrar un año con menos precipitaciones que 2020.
“Hace 35 años no teníamos el faltante de lluvia que hemos tenido en este último año del quinquenio y en esas condiciones Chihuahua está cumpliendo, está aportando, y no admitimos que hemos puesto nunca en tensión la relación con Estados Unidos”, enfatizó el mandatario estatal en su comparecencia ante los diputados.