- El gobernador Javier Corral señala que no fue por una voluntad caprichosa; hay que fortalecer la sana distancia, el lavado de manos frecuente y el uso de cobrebocas
Chihuahua.- “Hemos seguido puntualmente los criterios técnicos y los indicadores de evaluación que se inscriben en el semáforo de riesgo COVID-19 que el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal han acordado, son los indicadores que a nosotros nos permiten avanzar en la reapertura de las actividades económicas y los que nos permiten cambiar de color”, declaró el gobernador Javier Corral sobre el cambio de semaforización de Chihuahua del naranja al color amarillo.
En rueda de prensa, el mandatario enfatizó que esta modificación no es una voluntad caprichosa del gobernador del estado y que en este tema siempre habrá opiniones muy distintas, toda vez que se criticó a la administración estatal por mantener en naranja a la región Chihuahua cuando la región Juárez ya estaba en amarillo.
Dijo que esa es la base para que se determine el color de semáforo para las dos regiones toda vez que el virus no se disemina igual en las ciudades o en cada estado del país, incluso tiene distintas velocidades en función de la actividad de la población.
“Vimos una mejoría en un indicador, que para nosotros es el más importante, el número de defunciones, ese es el que más revisamos con lupa, y eso nos permite decir que Chihuahua tiene un descenso en el número de defunciones. También les digo que si ese indicador se alterara de nueva cuenta por el aumento de contagios y las enfermedades que se desarrollen, regresamos al color naranja”, asentó.
El gobernador aseguró que esta decisión se tomó con información fidedigna y compartió que el delegado del IMSS en Chihuahua, el doctor Arturo Daniel Bonilla, de manera permanente le proporciona el número de contagios y de defunciones en esa institución, números que coinciden con los de estructura estatal.
Expuso que también en Juárez se registra un claro descenso en el número de defunciones y señaló que no se trata de si aumenta el número de contagios, sino si no se detectan a tiempo.
“Aquí lo más importante es la detección oportuna y el seguimiento epidemiológico, la vigilancia epidemiológica para saber el tratamiento médico que le damos, si es un manejo ambulatorio, si es un manejo de aislamiento y resguardo o es hospitalización y dentro de la hospitalización, si es un internamiento general o en cuidados intensivos”, afirmó.
Dijo que todos esos aspectos él mismo los revisa todos los días con los directivos de los hospitales: “No he dejado de atender la pandemia ni un solo momento, así estemos en el frente de la resistencia ahorita con el Gobierno Federal, ese es un tema que merece y ha merecido siempre toda mi preocupación y mi ocupación”.
Comentó que confía en el paso que se dio, puesto que fue una determinación bien meditada y reiteró que si los indicadores lo ameritan, habría un regreso al color naranja.
“También la gente ya no soporta y la economía necesita una reactivación, lo que hay que hacer es fortalecer las medidas de sana distancia, el lavado de manos frecuente y el uso de cobrebocas; hoy más que nunca es una necesidad, es inevitable para todos, conforme más personas hay en la calle el riesgo de contagio aumenta, por eso no hay que bajar la guardia nunca”, agregó.