Opinión por: Profr. José Ángel Nava
El álgido problema que se ha suscitado en nuestro estado, concretamente en la región de la presa La Boquilla y presa Las Vírgenes y que ha repercutido en el núcleo social, desgraciadamente de forma negativa dados los intereses particulares que se han mezclado con la verdadera inquietud de quienes sí son agricultores, mismos que han sido engañados para convertirlos en la materia moldeable por las mentes maquiavélicas de individuos desquiciados por el afán de poder unos y protección de sus intereses económicos otros (léase empresarios) que usufructúan el agua de la verdadera gente del campo gracias a la práctica común y ya añeja del huachicoleo, en gran parte se debe al desconocimiento de la HISTORIA DE MÉXICO y a la tergiversación de la información que nos llega a través de los medios de comunicación tradicionales que durante décadas se han prestado al juego de quienes han detentado el poder político y económico de nuestro país y que por cierto es un grupo minoritario.
Es triste leer en las redes sociales las acaloradas discusiones en defensa tanto del gobierno como de quienes defienden (¿?) el agua de la presa y constatar la desinformación de unos y otros (aunque no todos) para dar paso al fanatismo exacerbado y que en última instancia hace más daño que el mismo desconocimiento de lo medular del problema llevándonos al encono, acrecentando las diferencias y la intolerancia entre la población sin llegar a comprender que es exactamente lo que a lo largo de muchos años se nos ha venido inculcando poco a poco hasta asimilarlo y convertirlo en parte de la cultura de un gran número de mexicanos. SOMOS PRODUCTO DEL SISTEMA y nos quejamos de ello y culpamos al gobernante en turno,creyendo que cambiándolo por uno de diferente color vendrá el cambio sin tomar en cuenta que EL CAMBIO DEBE EMPEZAR POR NOSOTROS MISMOS.