Por: Profr. Fernando Álvarez Montoya
La contingencia de salud, puso al desnudo la fragilidad de nuestro sistema educativo. El momento de crisis que se vive agrava e impacta de sobremanera a nuestras escuelas (maestro-alumno) en el terreno pedagógico y laboral en forma exponencial. Agregar que, como corolario devastador la pandemia aún tiene secuestradas nuestra libertad y nuestras vidas.
Inédito, por las incógnitas que se suscitan ante este nuevo virus; desorientadas y sin rumbo, las autoridades educativas (SEP) marcan líneas imprecisas que el magisterio nacional ha de seguir.
La propuesta que hace la Secretaría de Educación de darle continuidad a través de clases virtuales vía TV -sin duda- afectará en lo cognitivo, emocional –afectivo y físico de los alumnos y maestros.
Ausentes, la dirigencia nacional del sindicato SNTE, magisterio, padres de familia y alumnos no fueron tomados en cuenta en la toma de decisiones cupulares de la SEP y empresarios de los medios (TV). La disposición de la SEP de iniciar el ciclo escolar 2020 – 2021 sin tomar en cuenta a los actores principales del hecho educativo (maestro – alumno) limitará los alcances de proveer una educación, incluyente, equitativa, democrática y transformadora. La formación de mentes creadoras, libres y no dispuestas al mandato irracional –obedecer- está muy lejos de alcanzarse con este mamotreto faccioso que acaban de implementar.
Lo anterior demuestra lo que antes he afirmado con tozudez: nuestra escuela cumple perfectamente su misión. “No educa para transformar, enseña a obedecer”. De momento –al parecer- nadie ha cuestionado tal medida.
Mentes dóciles, sumisas, obedientes y de actitudes heterónomas; son el resultado de la política educativa aplicada por largos años por la SEP y por el silencio cómplice del sindicato corporativista charro, pro patronal y ajeno a los intereses de los trabajadores de la educación.
La definición de, “Los niños no son odres vacios”….encaja perfectamente con lo que aseveraba Freyre en el sentido de que, al alumno se le ve como un receptáculo vacío en el que hay que depositar. De ahí el término de educación bancaria (depositaria o digestiva).
Aún a pesar de las nuevas (¿) corrientes pedagógicas liberadoras del ser. La escuela ( el maestro ) ve a los niños como una página en blanco que de suerte la toca a él llenar…. agregaría; de las “sacras mentiras que el estado quiere”. Así, paulatinamente el estado a través del maestro va perfilando al futuro ciudadano que requiere: dócil, temeroso y obediente. Tal como fue formado el maestro. Los maestros, tal vez repiten, sin quererlo, o tal vez sin saberlo: las mentiras que el estado depósito en su mente. Realiza la simple y llana labor de ser un reproductor (vocero) de las tesis del estado –sine qua non- no existiría.
El magisterio nacional debe asumir un: “ no es el desacato irracional a la orden que usted (SEP) me esta ordenando que realice, sino es el análisis serio, critico y constructivo de lo que me exige que haga. Es un: ! No, no lo hago. ¡Así no!… ¡Hágalo usted!
El deber de los docentes, de los involucrados e interesados es de buscar un proyecto alternativo – varios- que no agreda el derecho natural de los niños a aprender a aprehender.
Similar a TODAS las reformas el maestro, acepta acríticamente esta propuesta pro patronal de la SEP. La TV como maestro y el niño como…. (¿).
Las corrientes pedagógicas (operatorias) Piaget, Montessori…… Las cuales marcan claramente que el niño aprende en la acción, -el juego-. Afirma que: es en la relación directa y bidireccional que establece el niño como sujeto de aprendizaje y, el objeto de conocimiento. En esa relación bidireccional S = O y a través de la operación (acción), el niño elabora y reelabora el conocimiento y que, como resultado de las incógnitas que se susciten -ensayo y error- desarrollará su inteligencia.
Las calorías adecuadas para un niño en edad escolar (pre escolar y primaria) oscila entre 1200 a 1600Kcal diarias cuando no realiza alguna actividad física sumando otras 200-400Kcal en función de la actividad física que realicen. La pregunta obvia. Cuántas calorías “quemará” en estado de reposo en 4 horas “viendo “ TV?
El ser humano (niño) crece y se desarrolla socialmente: Desarrolla su lenguaje, capacidades motrices finas, gruesas, su cuerpo, sus habilidades, su inteligencia y lo afectivo- emocional. Estos cuestionamientos y otros más son los que deberían estar en la mesa de discusión y, que son inherentes al trabajo que realizan los maestros.
La ausencia del pensamiento crítico en la mayoría de los docentes está presente y esto, no la ha llevado a medir el impacto negativo que tendrá en los alumnos será mayor. La presencia del niño frente a la TV aumentará sin dudar; el sometimiento y el control que se tiene sobre de ellos. La ausencia de la hiperactividad, del cuestionamiento, de la acción dentro de la colectividad, de la construcción social del conocimiento la llevará al fracaso. La presencia de un maestro crítico, libre de ataduras que constriñan su espacio y proponga nuevas vías alternativas, revolucionarias es impostergable.
El deber de maestro es el de romper del pensamiento mítico – mágico para pasar al pensamiento crítico. Priorizar sus acciones y poner al centro de toda disputa al niño que es el sol y el centro de toda su actividad.
La participación del magisterio para democratizar su vida sindical es justa y necesaria. Asignatura pendiente es, el de acabar (ultimar) con esa rémora cancerosa maligna – (el charrismo sindical del SNTE)- que le ha hecho un daño incalculable al sistema educativo y a la Patria.
Comprender que, sólo a través de la lucha en las escuelas, en las calles, en los plantones, con educación política; se podrá por primera vez en nuestra historia y en nuestro estado rescatar algo que nunca ha sido del magisterio democrático; la Sección 42. Sólo, a partir de ahí se podrá recuperar lo que han perdido. Como corolario escribiré: el educador debe ser reeducado.