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Retos docentes del nuevo ciclo escolar

Por: Mtra. Erika Gabriela González Gaytán

El ciclo escolar 2020 – 2021 se muestra imponente, retador para el magisterio alrededor del mundo; se están haciendo importantes cambios en los tiempos, contenidos, en los métodos de enseñanza, formas de interacción, en los recursos didácticos, espacios, en el manejo de las emociones ante situaciones de estrés, en la forma de atender los temas de salud y hábitos de higiene; en fin, en todo aquello que implica adaptarse a la nueva normalidad.

La educación junto con sus procesos de enseñanza, aprendizaje, evaluación y administrativos, cambian drásticamente ante la aceptación de muchos, las críticas de otros y una situación económica caótica para la mayoría; lo único que indudablemente permanece y se fortalece es la motivación, el alto nivel de compromiso y el gran amor de las y los maestros por sus alumnos y su profesión.

Toca pues para el magisterio de nueva cuenta sacar la computadora, así destartalada, con las teclas desgastadas, queriendo jubilarse como dicen algunos para dar la segunda batalla; toca hacer el guardadito de la quincena para que falte cualquier cosa en casa, menos el internet o para pagar algún plan de datos para el celular porque las miles de horas en las aplicaciones, plataformas, portales digitales se avecinan. Es tiempo de trabajar con las habilidades socioemocionales en lo personal y profesional para no perder la cordura cuando llegue ese apocalíptico momento en el que la memoria del celular nos diga: no puedo más; muchos sabrán que esto no es una exageración.

Sea pues todo ello en nombre de la educación, de nuestras niñas, niños y jóvenes, en nombre del amor a la profesión, todo en nombre de la patria, son nuestras maestras y maestros mexicanos, un verdadero orgullo para la nación.

Pero lamentablemente no son éstos los únicos retos que enfrenta el magisterio, al menos no el chihuahuense, el de la 42; a últimas fechas los maestros estatales han tenido que hacer frente a una serie de acontecimientos confusos, llenos de opacidad, arbitrariedad, indignantes e ilegales entre muchos otros adjetivos que pudiésemos agregar y todo ello en soledad, sin que exista pues una figura que oriente, defienda o demuestre la existencia contundente de un liderazgo sindical que acompañe a la base en estos procesos.

La lucha sindicalista se ha visto reducida por los últimos comités seccionales a procesos administrativos y de gestión menor, como si del primer asistente gubernamental se tratase, fortaleciendo a su vez el retorcido régimen corporativista que ha permitido a las cúpulas sindicales ser parte de las alianzas políticas intercambiando prestaciones por puestos y privilegios para ellos altamente redituables.

Ante la falta de un liderazgo sindical carente de verdadero espíritu de lucha, las compañeras y compañeros del gremio estatal han tenido que hacer frente obligado a un sin número de retos individuales y colectivos en los que a groso modo podemos contar la pérdida de grandes logros como los tan mencionados clave L, clave L plus, escalafón, ¾; la violación a los derechos constitucionales de las maestras en términos de seguridad social y discriminación de género; la retención ilegal de cuotas al sector de trabajadores de la educación ya jubilados; el descuento de porcentajes de sueldo a noveles e interinos sin explicaciones o sustento legal claro, aunado a su nula oportunidad de acceder a mejores condiciones laborales a corto o largo plazo; la distribución o asignación de plazas bajo procedimientos sombríos en los que el camuflaje de espacios disponibles está a la orden del día; y ni qué decir de la vulnerabilidad de las familias de los trabajadores ante la clara negligencia de las autoridades sindicales para hacer valer los derechos que protegen a los seres queridos en caso de fallecimiento, invalidez, enfermedades graves, dependencia, entre otros.

Pero por si eso fuese poco sumemos un reto más, uno que pone al magisterio a merced del hostigamiento en esta ocasión a través del área administrativa. Así es, aunque no son tiempos electorales a algunas figuras político sindicales parece que ya comienza a molestarles la decisión colectiva, histórica e irrevocable de recuperar la dignidad magisterial, la determinación de no pocos para tomar un rol más activo en la vida sindical del gremio, de concientizar a la base y luchar desde sus diferentes trincheras por buscar mayor igualdad y justicia social.

Lo anterior en un ejercicio al menos de los derechos inalienables que como seres humanos todos poseemos y que podríamos citar pero quisiera sólo recordar el primero de la Declaración Universal de Derechos Humanos que al pie de la letra dicta: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

En un claro olvido y violación de éstos y muchos más derechos, obligaciones, lineamientos, principios estatutarios, los tentáculos del comité seccional de la 42 están por lo visto decididos a soslayar toda acción y persona que amenace su intentona de perpetuarse en el poder; cabe señalar que es indignante el permitir el abuso laboral a través de los puestos administrativos para aumentar la carga de trabajo de una manera inexplicable y dolosa en contra de compañeros cuyo pensamiento disiente y le obliga a alzar la voz ante las prácticas omisas de las anteriores y, aunque con gestión vencida desde el pasado 16 de julio, también de la actual dirigencia.

El pensar y mirar la vida sindical desde una perspectiva crítica, con principios y valores sustentados en la justicia, la igualdad, el respeto y la legitima aspiración a una mejora de vida de los trabajadores no tiene por qué ser causante de actos persecutorios para nadie, la libertad de expresión es un derecho protegido por nuestra carta magna y no se debe por ningún motivo intentar reprimir las ideas y su manifestación pacífica, a través de artimañas como la intromisión y deformación del entorno laboral para desestabilizar a los maestros que dignamente cubren espacios temporales, permanentes o bien que están por jubilarse.

Es de suma importancia, para que esto no se convierta en una constante, dar a conocer este tipo de situaciones a todos nuestros compañeros a lo largo y ancho del estado, no importa que lo esté padeciendo sólo uno de nuestros docentes; pues como se ha dicho anteriormente, estos hechos por demás lamentables, obligan al actual dirigente de la Sección 42 a poner orden a sus allegados y un alto inmediato a cualquier acto represivo, pues su calidad de representante le responsabiliza, exige y faculta a velar por el bienestar de todos y cada uno de sus agremiados, en concordancia al compromiso estatutario de resguardar la unidad e integridad sindical.

Éstas son pues algunas de las ideas, sentires y voces que demandan ser escuchadas al interior del magisterio estatal de la sección 42 del SNTE, ante los retos que presenta el nuevo ciclo escolar.

 

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