- En el programa Chihuahua Seguro, el delegado Ramón Ernesto Badillo Aguilar comparte el proceso químico de identificación de los estupefacientes en el laboratorio de la dependencia federal en Ciudad Juárez
Chihuahua.- Como resultado del combate permanente contra el narcotráfico, de 2019 a la fecha la Fiscalía General de la República (FGR) incineró 16 toneladas, 840 kilos (kg), 550 gramos (g), 740 mg de estupefacientes incautados por autoridades de los tres órdenes de gobierno, informó el gobernador Javier Corral Jurado en el programa Chihuahua Seguro.
Además, el delegado Ramón Ernesto Badillo Aguilar mostró los procesos previos, desarrollados en el laboratorio químico de última generación en Ciudad Juárez, para identificar, cuantificar y clasificar la droga desde el punto de vista químico legal, en auxilio de los órganos encargados de la procuración y administración de justicia.
Javier Corral indicó que el último evento se desarrolló el pasado jueves 6 de agosto, para la quema de más de 2.3 toneladas en las instalaciones del Noveno Regimiento de Caballería Motorizada de la guarnición de la plaza en Ciudad Juárez.
Comentó que en el operativo participaron autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional, en presencia del Ministerio Público Federal y de peritos en materia de química y fotografía.
El mandatario estatal explicó que antes ser destruida la droga atraviesa por un proceso muy riguroso de identificación, conteo, pesaje y toma de muestras, establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales y supervisado por personal del Órgano Interno de Control de la FGR.
Badillo Aguilar señaló que la coordinación de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, permitió que en 2019 y lo que va de 2020 se aseguraran e incineraran 16.8 toneladas de droga.
Agradeció al general comandante de la V Zona Militar, Miguel Ángel Hernández, por las facilidades para poder hacer las incineraciones, así como el apoyo de la Guardia Nacional, al mando del coronel Martín Álvarez Navarro.
La última incineración de 2.3 toneladas corresponden a 59 kg, 803 g, 600 mg de clorhidrato de cocaína, 714 kg, 969 g, 700 mg de clorhidrato de metanfetamina y 1 tonelada 562 kg, 672 g, 160 mg de marihuana.
“Al menos en este periodo del que estamos informando, la marihuana es la droga de la que hemos tenido mayores aseguramientos”, comentó.
Añadió que también se han registrado 4 kg, 22 g, 400 mg de heroína, al igual que 5 plantas de marihuana, 5 plantas de amapola, 39 pastillas de medicamento controlado clonazepam, 226 g de semillas de marihuana, y 3 kg, 821 g, 900 mg de sustancia que resultó negativa para droga.
Resaltó que la sede de la Delegación de la FGR en Ciudad Juárez dispone de un laboratorio de química de última generación, que hace posible la identificación precisa de las sustancias aseguradas.
Por medio de una cápsula informativa, compartió la manera en que se lleva a cabo la identificación de las drogas, por medio de personal experto y sofisticados análisis, como parte del trabajo profesional en materia de combate a la delincuencia y delitos de la salud que realiza.
El objetivo es la caracterización química de las drogas incautadas al analizar, identificar, cuantificar y clasificar las muestras desde el punto de vista químico legal, en auxilio de los órganos encargados de procurar y administrar la justicia.
Uno de los estupefacientes cuyos decomisos aumentaron este año es el fentanilo, una sustancia que es 50 veces más poderosa que la heroína y 100 veces más potente que la cocaína, lo que la ha vuelto la más mortífera jamás conocida.
Hasta hace poco, solo se distribuía en Estados Unidos y Canadá, pero con las recientes incautaciones en Chihuahua quedó de manifiesto que ya es una realidad en el estado, advirtió la información.
El fármaco puede traficarse de forma líquida y en ampolletas, pero la manera más común es en pastillas.
Para analizarla, el laboratorio en Ciudad Juárez requiere una muestra equivalente a 10 de ellas que se examinan con espectrofotometría de infrarojo, cuya técnica consiste en conocer la frecuencia de la vibración específica que corresponde a los niveles de energía de las moléculas y que los especialistas pueden identificar.
El segundo método utilizado es la cromatografía de gases acoplada a masas, una técnica que permite separar, identificar y cuantificar una sustancia: las partículas cargadas eléctricamente las que se dirigen a un detector, esta señal eléctrica da origen al espectro de masas que definen el fentanilo.
Otra droga que se identifica en el laboratorio de la FGR es la metanfetamina, conocida como cristal o hielo, mediante dos procedimientos.
El primero consiste en obtener una reacción química como el desarrollo de color, y para lo cual se coloca la muestra y se le agrega un reactivo un color naranja marrón que cuando aparece significa que es positiva.
Posteriormente se realiza el análisis confirmativo, a través de la espectrofotometría de infrarojo.
Todos estos procedimientos son métodos establecidos a nivel internacional, lo que quiere decir que los análisis ahí realizados, tienen el aval forense en diferentes partes del mundo.
Durante el segmento, el gobernador presentó otra cápsula relacionada con la última incineración de droga hecha en Ciudad Juárez, para eliminar 2 toneladas 345 kg, 518 g, 760 mg, vinculados a 32 expedientes sobre probables delitos contra la salud.
En el video se explicó que el trabajo no concluye con la aprensión de los implicados, ni con el aseguramiento de la mercancía asegurada, sino que es puesta a disposición de la FGR y una vez que se acuerda en los registros que integran las carpetas de investigación, se procede a su destrucción.
Las sustancias ilícitas ingresan bajo cadena de custodia a la bodega de la Fiscalía General de la República, donde pasan por un riguroso proceso de revisión y vigilancia: son pesadas, clasificadas y se sustraen muestras para diversos análisis que comprueben su autenticidad.
Una vez que se hace el conteo y análisis del narcótico éste se resguarda en la bodega de indicios y/o evidencias, que es sellada con la firma de todos los que han intervenido, para ser trasladada a las instalaciones en donde se destruyen, que usualmente son instalaciones militares.
Una vez coordinado el traslado en un camión sellado y con la seguridad pertinente, las sustancias ilícitas se movilizan al lugar de la incineración, y se colocan en un incinerador donde son impregnadas con una mezcla de hidrocarburos.
Finalmente se levantan las actas que dejan constancia de la destrucción total, y todo el proceso es avalado por las autoridades competentes, para cumplir con lo establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales, y garantizar que la droga no regrese al mercado o a las familias chihuahuenses.