– La pandemia ha afectado a maestros de educación básica y especial de la CNTE. Sólo en la capital más de 6 mil docentes enfrentan una o varias comorbilidades. «¿Cómo le hacemos con los maestros que no van a poder regresar en un corto plazo?”, preguntan a la SEP
CDMX.- Laura López es una maestra de 69 años que está en tratamiento para curarse del cáncer de mama que le diagnosticaron hace dos años. En estos cuatro meses de incertidumbre por la pandemia de covid-19, el sector salud le ha pospuesto sus citas para hacerse su estudio de control de la enfermedad. Pero aun si pudiera ir, confiesa, le da miedo.
La maestra atiende siete centros educativos en varias colonias del sur de Ciudad de México, como la Pedregal de Santa Úrsula y Ruíz Cortines Ajusco, de la alcaldía Coyoacán. Contesta a Pie de Página después de las 8 de la noche, luego de terminar una actividad previa al regreso a clases, confirmado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el 24 de agosto.
“Soy maestra de Educación especial, tengo que recorrer siete escuelas, son de las zonas con más contagios. Otra situación, aparte del cáncer, es la edad”, comparte la maestra, que vive con dos de sus hermanos, uno padece esquizofrenia y otro ha tenido complicaciones respiratorias.
La sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizó una encuesta del 4 al 8 de julio contestada por 2 mil 203 profesores de educación especial, preescolar y primaria de Ciudad de México, sobre los protocolos anunciados para el regreso a clases, las características de los estudiantes, la infraestructura de las escuelas, las condiciones laborales y de salud de los docentes.
Del total de los maestros, el 97.7 por ciento está a favor de que la covid-19 sea considerada como un riesgo de trabajo y contemplada en la normatividad educativa y legislación laboral. Consideraron en un 80 por ciento que las instalaciones no son acordes a las necesidades de los estudiantes por bioseguridad.
Las medidas que contemplan la educación teledirigida en canales de televisión; sin embargo, opinaron 85 por ciento de los encuestados, no se ajustan a las características de sus estudiantes, ni en el terreno educativo ni de enseñanza.
La CNTE calcula que 350 maestros de todo el país fallecieron por coronavirus.
La encuesta precisa que el 37 por ciento de los profesores tiene entre 48 y 55 años de edad; un 32 por ciento tiene diabetes, 27 por ciento obesidad y 20 por ciento hipertensión.
«¿Cómo le hacemos con los maestros que no podrán regresar a corto plazo»
Pedro Hernández, dirigente de la sección 9 de la CNTE compartió que hay maestros, como Laura, que aun fuera de la situación de la pandemia, no están considerados en ninguna legislación, y la covid-19 agudizó y puso al descubierto esta situación.
Reveló un dato: de los 45 mil docentes de educación básica que hay en la capital del país, 6 mil 750 enfrentan una o varias comorbilidades. Otras maestras están embarazadas, mientras que otra parte de esta comunidad tiene enfermedades crónico-degenerativas.
Por eso, dijo, la CNTE confía en que pronto puedan tener un diálogo con Andrés Manuel López Obrador. El presidente ha recibido tanto a empresarios como a otros sectores y ellos esperan pronto establecer una comunicación, para que sean incluidos en la nueva estrategia.
En estos momentos el profesor Arcángel Ramírez, secretario general de la CNTE en Guerrero, está hospitalizado grave en Acapulco, puso como ejemplo. Un sector amplio de docentes de más de 60 años también está en vulnerabilidad.
“Yo he tenido que dar pésames a familiares de maestros, hay una vulnerabilidad muy alta. Tenemos muchos maestros con hipertensión diabetes, y otros padecimientos, hay un sector de profesores de más de 60 años, que nos pondría en una situación de vulnerabilidad fuerte. Lo tenemos que revisar con la SEP: ¿cómo le hacemos con los maestros que no van a poder regresar en un corto plazo?”, puntualiza.
«La realidad es otra en cada maestro»
Por eso, la maestra Laura considera que las autoridades educativas se quedaron cortas en su visión: “a veces lo que se queda en un papel suena bien, pero la realidad es otra en cada maestro. Somos muchos con problemas de salud”.
Laura sabe que la situación del país no es nada buena, pero siente que se ha acentuado la problemática económica por la pandemia.
En su caso no entró tan joven al magisterio, va a cumplir 19 años dentro del sistema educativo. Estudió psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabajó en un banco, la liquidaron, entró a la SEP, y ahora tiene semanas muy difíciles. Se le junta su estado de salud con el de ánimo y lamenta que las autoridades aumenten cada vez esta ansiedad.
“No es una sola cosa, son varias y seguramente habrá maestras, otras compañeras, compañeros que estén en situaciones similares. Además, la incertidumbre de llegar a una escuela, porque sabemos por experiencia, en esa zona, especialmente se carece de agua y los recursos realmente no llegan”, comparte.
Tampoco está segura de que los padres tengan para comprarle cubrebocas a sus hijos. Las condiciones no son las más óptimas.
Su tratamiento contra el cáncer está en pausa. Se atendió de inicio en el Instituto Nacional de Nutrición, pero ahora tendrá que hacer uso del ISSSTE. Laura tiene miedo de contraer la infección de covid a la hora de irse a hacer su mastografía. Teme contagiar a sus dos hermanos, se le junta la certeza de saber que no se puede jubilar pronto y las preocupaciones por sus estudiantes.
“He tenido días con mucha ansiedad y depresión. La semana pasada y la antepasada fueron malas por pensar en ese hecho del regreso. Yo lo deseo, pero también estoy presionada por esa situación. Tengo presiones por todos lados”, cuenta.
También la interacción que no van a tener los niños mediante las clases por la televisión. “Es el hecho de regresar a trabajar, las personas que estamos en educación especial tenemos situaciones difíciles en las escuelas, no tenemos ni un espacio para ubicarnos, para poder trabajar”.
Pie de Página buscó a la Sexretaría de Educación Pública para saber la afectación general de los maestros por la pandemia, pero la dependencia no respondió.
Cuando finalizaron los cursos, el secretario Esteban Moctezuma Barragán dio un mensaje en video en el que dijo que los docentes resultaron con pocas afectaciones pero tampoco dio cifras.
Como Laura, muchos profesores de la CNTE están a la espera de tener una charla con el presidente para poderle plantear cambios al formato y más apoyo al sector, que representa un tercio de la población, 40 millones entre maestros, alumnos y padres de familia expuestos a la covid–19.
Fuente: https://piedepagina.mx/