Chihuahua, Chih.- El gobernador Javier Corral Jurado no escatimó en nada y volvió a reconocer en público la importancia de la “voluntad política genuina indiscutible” del gobierno de México de Andrés Manuel López Obrador para acabar con el manto de protección del que el ex presidente revistió al ex gobernador César Duarte Jáquez y haber hecho posible su detención con fines de extradición. Lo que sí negó de forma categórica el titular del Ejecutivo chihuahuense es de que la captura fuera un regalo del presidente estadounidense, Donald Trump, a México, sino el cumplimiento de un tratado binacional para el combate a la corrupción y la impunidad, haciendo hincapié asimismo en que no se trataba de un tema “sacado de la chistera” o de hace dos semanas, sino que el Gobierno de Chihuahua lleva cuatro años con el proceso detrás del ex gobernador.
Corral empezó señalando que “desde que el Gobierno Mexicano recondujo en la nueva administración del presidente López Obrador el proceso de extradición del ex gobernador de Chihuahua, este tema se colocó con toda claridad en la agenda binacional”
Afirmó que era importante decir que durante todo el año 2019 el fiscal general del estado, César Peniche Espejel, trabajó con el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, en plantear y reconducir el proceso de extradición “que había sido muy manoseado por la anterior administración”.
“Hay que recordar que el ex gobernador tuvo la protección hasta el último día del mandato del ex presidente Enrique Peña Nieto, él fue el que le colocó un manto de protección e impunidad de la que había gozado el día de ayer”, prosiguió diciendo.
Corral reconoció que “con la entrada del nuevo gobierno cambió esa suerte y hubo una voluntad política genuina indiscutible, reconocible de nuestra parte, lo hemos dicho en varios espacios” y fue en ese nuevo escenario en el que empezó a formularse la nueva solicitud de extradición.
Refirió que fue en enero de 2020 cuando la FGR entregó a la Secretaría de Relaciones Exteriores la solicitud formal y esta su vez al Departamento de Estado de EU, iniciándose el proceso que ayer se concretaba con la detención de Duarte en Miami, Florida.
“Es por supuesto claro y lógico pensar que este tema es una de las maneras en donde Estados Unidos está correspondiendo, en lo que está en su ámbito de colaboración, con el Gobierno de México, porque no es un asunto que salió de la chistera o sea un asunto que se inventó hace dos semanas o tres semanas. De hecho, las investigaciones en torno de la corrupción del ex gobernador de Chihuahua vienen de hace cuatro años, se entregaron órdenes de aprehensión a la extinta PGR en 2017”, aseveró el mandatario estatal.
Enfatizó que se trataba de un proceso muy largo “como para decir ahora que se trata de un asunto que surgió como si se intercambiaran favores, es el cumplimiento de un tratado, no es un regalo, no es un favor del Gobierno de Estados Unidos, es el cumplimiento de un tratado que México suscribió y que tiene en el centro del espíritu con que se adoptó el combate a la corrupción y la impunidad”.
Corral agregó que él podía dar testimonio de como en varios momentos de la relación México- EU, con el canciller de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, al frente, éste transmitió a las autoridades norteamericanas la voluntad del Gobierno de México para concretar esa detención y extradición, ante la convicción y certeza de estar “ante uno de los casos de corrupción más importantes y que laceró y agravió en mayor manera a los chihuahuenses.