Ciudad de México.- La Asamblea Consultiva del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) postuló a 6 candidatas para presidir dicho organismo: Marcelina Bautista, fundadora del sindicato de trabajadoras del hogar; Fátima Gamboa Estrella, abogada feminista, defensora de los derechos de pueblos indígenas; Amaranta Gómez Regalado, defensora de los derechos de las personas con VIH y de la diversidad sexual.
De igual manera, Larisa Ortiz Quintero, secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes de la Ciudad de México; Zenaida Pérez Gutiérrez, integrante de la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas, y María Sánchez Álvarez, activista por los derechos de la comunidad indígena zoque.
En un pronunciamiento dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, la Asamblea pidió que el nombramiento de la nueva titular del Conapred “sea el resultado de una amplia consulta, sea abierto e incluyente, y considere las voces de las organizaciones involucradas en el combate a la discriminación y el respeto a los derechos humanos”.
Indicó que uno de los aspectos “fundamentales” a fortalecer en el Consejo, es la forma de designar a su presidenta ya que el marco normativo vigente solo señala que esta atribución corresponde al jefe del Ejecutivo. Añadió que para dar “legitimidad y confianza a la ciudadanía”, debería de establecerse como mínimo, un proceso ordenado, transparente, que mandate la generación y publicación de un perfil idóneo, con participación ciudadana sustantiva y con rendición de cuentas efectiva.
Sobre el perfil de la persona titular de Conapred, la Asamblea consideró que no solamente debe cumplir con los requisitos establecidos en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, sino que debe estar caracterizada por la capacidad para intervenir y arbitrar sobre casos relevantes de discriminación en la sociedad; el liderazgo y autoridad para exhibir y sancionar actos y procesos discriminatorios de las autoridades públicas de todos los niveles; así como independencia para proponer políticas y conductas igualitarias y antidiscriminatorias; honestidad acreditada y capacidad de gestión de una institución pública que requiere ser reforzada.
Asimismo, diálogo y confianza con la sociedad civil a efecto de potenciar el alcance de las acciones del Conapred; capacidad de conducir el organismo agregando las agendas de todos los grupos históricamente discriminados, sin reducir ni limitar la acción de Conapred a algún grupo o causa particular, y experiencia en el diálogo público, pedagogía social e intervención en el debate cultural del país en favor de la igualdad, los derechos humanos y la no discriminación.
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