ACNUR y la Unión Europea suman esfuerzos para proteger a personas refugiadas de Chihuahua y otros estados del norte de México

CIUDAD DE MÉXICO. – Ante un aumento de solicitantes de asilo en ciudades del norte de México, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la Unión Europea han unido esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de estas personas.

Con una contribución de 4 millones de euros por parte de la Unión Europea para el proyecto, que durará 18 meses, se busca promover un ambiente más estable y pacífico para personas solicitantes de asilo, refugiadas y otras personas en situación de vulnerabilidad y sus comunidades de acogida en el norte de México.

Ante la contingencia sanitaria por COVID-19, el proyecto contempla, entre otras actividades de mitigación de riesgos, fortalecer las condiciones de recepción en el norte de México, muy concretamente a través de los albergues, donde se habilitarán espacios para personas que tengan sintomatología de coronavirus.

Asimismo, como parte de las acciones en respuesta a COVID-19, ACNUR apoyará a varias instituciones de salud, incluyendo las de Baja California, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas, con equipos de protección para personal sanitario.

En el último año, un número creciente de personas ha llegado al norte de México desde el sur, algunos de los cuales han cruzado a EEUU y se encuentran en México esperando sus procedimientos de asilo en EEUU. En varias ciudades fronterizas, las personas permanecen por tiempos prolongados y tienen mayores probabilidades de estar expuestos a riesgos críticos, tales como secuestros, extorsiones, homicidios y otros tipos de violencia, incluida la violencia sexual y de género.

México, que tradicionalmente ha sido un país de tránsito para personas migrantes y con necesidades de protección internacional que buscan llegar a Estados Unidos, se ha convertido también en un país de destino para un número creciente de personas refugiadas, una tendencia que se espera continúe debido al complejo contexto migratorio regional.

A raíz de este cambio, en los últimos años el ACNUR ha trabajado con autoridades locales y el sector privado para promover la integración económica y social de personas refugiadas en ciudades como Monterrey y Saltillo.

En 2019, más de 70 mil personas solicitaron asilo en México, un incremento de 137 por ciento en comparación con 2018. Hasta finales de mayo de 2020, 19,147 personas habían solicitado asilo en el país. Esto representó un descenso de 22 por ciento en relación con el mismo periodo del año anterior, que se debe al cierre de las fronteras en la región por la pandemia COVID-19. En la segunda mitad de 2020, se anticipa un repunte en el número de solicitantes de asilo cuando la movilidad se restablezca, pues persisten las causas que les obligan a salir en los países de origen.

Esta colaboración entre el ACNUR y la Unión Europea tiene como objetivo abordar las necesidades inmediatas de protección de personas que han sido desplazadas forzosamente y que se

encuentran en el norte de México, así como promover su integración en las comunidades de acogida, prestando especial atención a las necesidades de las personas en una situación más vulnerable.

“Entre los flujos migratorios en México hay un número significativo de personas que llegan de otros países huyendo de violencia y persecución. Muchas de estas personas se encuentran en el norte de México y es prioritario para el ACNUR apoyar los esfuerzos del Gobierno de Mexico para brindar protección y asistencia y también apoyar a las comunidades que las reciben. Agradecemos la generosidad de la Unión Europea por respaldar estos esfuerzos y la solidaridad de Mexico con la población refugiada”, afirmó Mark Manly, representante del ACNUR en México.

“Para la Unión Europea es sumamente importante apoyar a estos grupos vulnerables que enfrentan situaciones críticas en particular con la pandemia actual que maximiza los riesgos que tienen que enfrentar y los esfuerzos que realiza el gobierno mexicano en la zona fronteriza”, dijo Jean-Pierre Bou, Encargado de Negocios a.i. de la Unión Europea en México.

El proyecto cuenta con cuatro objetivos específicos: identificación y registro, atención de necesidades emergentes, promover la integración y reforzar mecanismos de coordinación.

En materia de identificación y registro, se buscará proveer a las personas de información sobre el proceso de asilo, así como información para acceder a su documentación, lo que implicará fortalecer la capacidad operativa en el terreno tanto de ACNUR como de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. En este punto, también se contempla incrementar y fortalecer la disponibilidad de asistencia legal a favor de solicitantes de asilo.

Para atender las necesidades emergentes, se proporcionará apoyo en materia de salud física y mental, así como atención a sobrevivientes de violencia sexual y de género, por lo cual se mejorarán las condiciones de infraestructura en los albergues y se realizarán mapeos de servicios y rutas de canalización para facilitar la atención de personas con necesidades específicas.

En materia de integración, se prevé identificar las oportunidades socioeconómicas en las ciudades de acogida y apoyar a las personas para que puedan acceder a empleo formal, así como reubicar a las personas en condiciones más vulnerables de lugares de alto riesgo en la frontera norte a ciudades del centro-norte del país.

Finalmente, este proyecto buscará establecer mecanismos de coordinación entre actores nacionales e internacionales para monitorear necesidades específicas de protección.