Chihuahua, Chih.- El gobernador Javier Corral Jurado negó tajantemente que, tal y como se señala desde algunos núcleos o sectores de su propio partido, la Reforma Político- Electoral que está proponiendo y promoviendo vaya contra los valores del Partido Acción Nacional. Asimismo deploró el electorerismo interno y las simulaciones que han lacerado la confianza de la ciudadanía en el sistema de partidos.
El mandatario negó tales señalamientos y recordó cómo en el pasado fue el promotor de que los militantes del PAN pudieran votar para elegir a sus dirigentes municipales, estatales y nacionales, así como la celebración de primarias dentro del partido, cuestiones que ya están incorporadas en los estatutos.
Corral afirmó que le llamaba la atención que se pensara y dijera que una propuesta de reforma político- electoral con primarias abiertas simultáneas de los diferentes partidos, que busca aumentar la confianza de los ciudadanos en los partidos políticos y la democracia, participación ciudadana, y transparentar los procesos, ahora se diga que va en contra de su partido Acción Nacional.
En este sentido, apuntó que decir que abrir las elecciones de los candidatos a los ciudadanos es ir en contra de la esencia del partido, “me parece un grave error (…) de visión y concepción de la militancia”.
Respecto a quienes critican su propuesta señalando que qué sentido tiene entonces ser miembro de un partido, Javier Corral manifestó que “yo deploro el electorerismo interno” y a “los militantes que sólo se asumen militantes para procesos internos”.
Aseguró que el PAN surgió para crear y construir ciudadanía, para transformar la realidad con sentido de justicia y establecer el bien común.
Es por ello que sostuvo que ser militante no era nada más para ir votando en las elecciones internas, y refirió que ése había sido el problema de muchos partidos que habían visto engordar su padrón sólo para llevar a esos militantes emergentes a votar en esos procesos internos en favor de un candidato u otro.
Corral aseveró que era precisamente esa la simulación que había lacerado la confianza de los ciudadanos en los partidos políticos.