Por: Compañeras y compañeros Defensores de Derechos Humanos
Una energía femenina que supo despertar nuestras conciencias a veces adormecidas, un ejemplo de compromiso apasionado y ecuanimidad.
Un ser luminoso que ha poblado el horizonte de nuestros días,
hasta los últimos momentos de tu existencia fuiste generosa y nos brindaste la oportunidad de despedirnos.
Leíste y escuchaste lo que más amábamos de tu persona, y lo que nos llevaríamos de ti, muy dentro de nosotros /nosotras cuando te fueras.
Tenaz como siempre , empeñada en construir ciudadanía , nos volviste a reunir en una comunidad de creyentes y no creyentes.
Moriste como viviste , bañada en la belleza y bendecida por la admiración y gratitud del significado de tu existencia en la nuestra.
Te extrañaremos cada día Paquita.
Descanse en paz nuestra Amada Paquita