Chihuahua, Chih.- La maestra estatal chihuahuense Lucero Navarrete participó esta mañana, junto a analistas de primer orden como el profesor investigador Manuel Gil Antón, en la “Mesa de análisis: el magisterio ante los retos educativos. La reconfiguración de la práctica docente” organizada por Educación Futura con motivo del Día del Maestro. En ella compartió interesantes impresiones sobre la extraordinaria experiencia de la educación a distancia originada por la contingencia del COVID-19. La maestra de Meoqui destacó como pese a enfrentarse a un escenario nuevo para el que no se habían preparado, las maestras y maestros habían buscado, cada uno por su cuenta y desde su realidad en lo particular, acercarse y conocer el contexto de cada uno de sus alumnos para hacerles llegar de la mejor forma los aprendizajes. Consideró que, gracias a los esfuerzos y creatividad del propio magisterio, la contingencia ha permitido que se haya vuelto a convertir en un agente social y la labor docente se ha revalorizado.
Al abordar el primer tema y valorar las experiencias de estas tres semanas ya de educación a distancia, la maestra Lucero Navarrete empezó señalando que “una primera experiencia es ese miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a algo, como decía Claudia, algo a lo que no nos habíamos enfrentado y para lo que no nos habíamos preparado. Sin embargo, yo creo que se ha intentado, se ha hecho el mejor intento, por llegar y por hacer nuestra labor como lo hacemos a diario en el aula, y hemos intentado llegar por diferentes medios”.
“Hemos buscado la manera desde nuestra realidad, hacer un censo, identificar cuáles son las características que tienen nuestros alumnos, nos ha ayudado a acercarnos un poco más al contexto de cada uno de ellos, porque aunque todos en el aula los tenemos ahí todos juntos, sabemos que su contexto familiar, que ahora es su propia escuela, se ha puesto diferente”, prosiguió diciendo la maestra chihuahuense.
Abundando en esta idea, agregó que “nos ha permitido conocer las condiciones sociales, emocionales, y de todos los tipos que se están presentando y este reto que ahora se nos ha lanzado, que ha venido a presentársenos, nos ha puesto a que nosotros saquemos esa mayor cantidad de competencia, que nosotros podemos tener, de competencias profesionales”.
Una exigencia, marcada por la propia excepcionalidad del momento y la contingencia, que Lucero Navarrete consideró abiertamente que “nos ha convertido, creo yo también, de nuevo en un agente social, en ese agente social que es importante, que de alguna manera está revalorizando nuestra labor docente y se está viendo la importancia que tenemos los maestros, ya no sólo dentro del aula, ahora fuera del aula”.
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