El magisterio a prueba

Por: Profr. José Luis Fernández Madrid

El programa para mantener a distancia los servicios educativos durante la emergencia dictados días atrás, si bien es una patente muestra de la preocupación de las autoridades educativas por brindar los espacios de aprendizaje para los niños y jóvenes de nuestro estado y país resultó efectivamente una estrategia incompleta.

Gracias a las expresiones, sugerencias y propuestas de la gran comunidad educativa, la estrategia se amplió y flexibilizó para poder abarcar a la mayor cantidad de estudiantes y, con ello, procurar democratizar dichos espacios volviéndolos más justos, equitativos, igualitarios y asequibles para la mayoría, convirtiéndola así en acciones con menos margen de discriminación.

La desafortunada pandemia desnudó las tremendas inequidades dentro de nuestro sistema educativo, provocó  visibilizar las desigualdades, generó observar con detenimiento las dificultades y carencias a las que se enfrentan cotidianamente maestros y alumnos de todas las regiones propiciadas por el abandono, el desdén y el menosprecio de sexenios pasados que vieron a la educación como agente transformador y de cambio social pero solamente en sus discursos.

Lamentable que una cuestión de salud haya hecho emerger las precariedades de las escuelas, la falta de conectividad, las insuficiencias estructurales, el poco conocimiento de las particularidades vividas por el magisterio para brindar la educación a sus alumnos, porque durante décadas se le vio a este trascendental ejercicio como un botín político, perfecto para el lucimiento pero imperfecto en inversión proporcional a su importancia.

No obstante, en este reinicio de las clases no presenciales en todos los niveles, una vez más el magisterio en su conjunto se encuentra a prueba, con retos inesperados pero siempre  con la misma convicción de salir adelante obtenida ésta por la inalienable vocación que sirve para moldearse a las nuevas realidades y circunstancias.

Cuando pase esta compleja etapa, sin duda, el magisterio será otro, habrá superado con creces la prueba, esperamos que su función sea realmente revalorizada y no solamente en el papel.

PD. Aunque atípico, este 21 de Abril celebro a las educadoras en su día por su mágica labor de conducir el proceso educativo de los más pequeñitos. Ardua pero gratificante labor que debemos felicitar aún en tiempos pandémicos. ¡Enhorabuena!