Por: Rosalío Morales Vargas
Los pelos de estropajo, la piel de pergamino
Heraldo del imperio, la voz de los abismos.
Soez y presuntuoso, avideces desmedidas
Sicario que se enfada con las soberanías.
Misógino pedante, agresor de nuestros pueblos
A su patanería tiremos a los suelos.
Soberbio e ignorante, estatua a la estulticia
De cerebro ofuscado instalado en la codicia.
Heredero de Reagan, de Bush, también de Nixon
En su egoismo fútil coloca al mundo en vilo.
Con su furia homicida y estúpida indecencia
Ha puesto en marcha un golpe lanzado a Venezuela.
No acicatear los fuelles, frenar al antropoide
Detener ofensivas de corte fascistoide.