- En Chihuahua, solo el Laboratorio Estatal se encuentra certificado por el InDRE para realizar ese tipo de análisis; un falso resultado podría impedir que las personas reciban atención médica oportuna
Chihuahua.- El Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud de Chihuahua, informó que ningún laboratorio privado se encuentra certificado para realizar pruebas para detectar la enfermedad del COVID-19.
Por lo anterior, se exhorta a la población en general a evitar acudir a las unidades médicas que ofertan dicho servicio, ya que se puede tratar de una estafa o brindarle un falso resultado de la enfermedad.
La estafa podría resultar en un resultado negativo de la enfermedad, lo que puede llevar a una mala decisión de no acudir a recibir atención médica oportuna.
En ese sentido, la Comisión Estatal para la Protección de Riesgo Sanitarios (Coespris), trabaja en la verificación de laboratorios, con el fin de evitar daños a las personas que ante la duda, buscan realizarse una prueba de manera rápida, especialmente personas mayores de edad, mujeres embarazadas y aquellas que presentan una enfermedad crónica.
En caso de detectar este tipo de servicios, se suspenderá el negocio de manera inmediata, siguiendo el proceso de manera jurídica.
A nivel Federal, se abre la oportunidad a las compañías particulares de acreditarse ante el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), para realizar las pruebas de laboratorio.
Para ello, la institución debe cumplir con dos requisitos básicos: el primero de ellos es demostrar que cuenta con el equipamiento necesario para realizar la prueba correctamente, siguiendo los estándares nacionales e internacionales marcados.
En segundo término, se deben comprometer con lo que mandata la Ley General de Salud y la Norma Oficial Mexicana 017, que obliga a las instituciones a notificar inmediatamente los resultados de las pruebas de COVID-19.
Hasta el momento, la única institución acreditada en realizar las pruebas en esta entidad, es el Laboratorio Estatal de Chihuahua, en el que se ha manejado la mayor parte de las pruebas de casos sospechosos por COVID-19.