Chihuahua.- Desde la Cámara de Diputados, la legisladora por Jalisco, Verónica Beatríz Juárez Piña presentó un exhorto a la SEP como al gobierno y la Secretaría de Educación de Chihuahua para que satisfagan los requerimientos físicos, materiales y alimentarios para las labores de profesores y niños indígenas de la zona rarámuri, punto de acuerdo que fue enviado a comisiones.
En la iniciativa la diputada por el PRD mencionó que en el país se vive con gran heterogeneidad social y económica, y aún con ello, resaltan las zonas indígenas las que enfrentan múltiples carencias, una de ellas, es la zona Rarámuri.
Señaló que para la mayoría de sus habitantes es difícil la movilidad, particularmente para las niñas y niños para quienes es imposible asistir cotidianamente y recorrer distancias de entre 5 y 7 horas de caminata para llegar a una escuela común, pero más que nada, es porque no las hay, «y muchas veces no se cuenta con una maestra o maestro que los pueda asistir. Y cuando alguno se adentra en esta Sierra, junta a todos, con diferentes edades y diferentes grados, e integra un solo grupo. Urique y Batopilas son los municipios que concentran a la mayor parte de la etnia y donde la población analfabeta supera el 50 por ciento. La mayoría de los tarahumaras viven en las montañas, en rancherías o cuevas, alejados de los pueblos y las concentraciones urbanas».
La diputada por Jalisco explicó que en Urique, el 75 por ciento de los menores que van a la escuela son indígenas, y muy pocos buscan que su educación vaya más allá de la primaria, «sus estudios se concentran en el aprendizaje del español (su lengua materna es el rarámuri) para que puedan relacionarse con los chabochis – mestizos- y se acerquen a centros urbanos, principalmente para cumplir con trámites oficiales. Algunas escuelas de la región han instalado comedores para animar a las familias tarahumaras a que sus hijos bajen de la montaña a estudiar. Mientras tanto los mestizos viajan fuera de las barrancas para conseguir títulos universitarios».
Dijo que para facilitar la asistencia académica, existen en la sierra, escuelas internado en las que los alumnos viven y esta es la alternativa para las niñas que quieren estudiar. En un contexto de violencia y pobreza, las opciones son vivir en la escuela o no acudir a ella. “Si algunas de ellas no estudiaran en el internado, no estudiarían. Sería ideal que las niñas estuvieran con su familia, pero al no tener los medios para salir adelante, el internado se convierte en un ayudante”1 ya que en él, comen tres veces al día y se encuentran resguardadas.
Agregó que es necesario enfatizar que la mayoría de estas escuelas albergues reciben apoyos económicos y materiales de diversas asociaciones civiles, mientras que las aportaciones de organismos gubernamentales son mínimos: de la Secretaría de Educación Pública obtiene únicamente los libros de texto gratuitos y del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) recibe algunos alimentos y artículos de aseo, «Las múltiples necesidades que aquejan a estos espacios escolares han hecho que soliciten ayuda vía las redes sociales donde puede ubicarse impactantes testimonios de las personas que enfrentan estas carencias».
Señaló que muestra de ello es lo siguiente: un grupo de alumnos de la comunidad indígena rarámuri Río Tuaripa del Municipio de Guadalupe y Calvo que forma parte de la zona conocida como el Triángulo Dorado que se encuentra en la Sierra Tarahumara, debe dormir en el piso del aula y sólo recibe un alimento al día, con tal de aprender, haciendo alusión a la publicación que se viralizó en redes sociales y que El Puntero publicó en donde una maestra hacía a lusión a las necesidades que se tenían en la escuela.
Nota relacionada:
http://elpuntero.com.mx/n/108210
Manifestó que bajo estas condiciones de desatención gubernamental y de grandes carencias materiales, resulta muy difícil contar con una educación de calidad y el desarrollo integral de la niñez indígena del país.
«Con lo anterior, queda de manifiesto el incumplimiento de los derechos humanos de los menores de edad, consignados en la Constitución Federal, la Convención sobre los Derechos del Niño, y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Así entonces, demandamos de manera urgente que se revierta esta inaceptable y discriminatoria situación que ahondan las brechas de desigualdad entre la población indígena y el resto del país», comentó.
El punto de acuerdo dice:
Único. La Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión exhorta respetuosamente al titular de la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal, y a los titulares del Poder Ejecutivo y de la Secretaría de Educación Pública del estado de Chihuahua para que, en el ámbito de sus competencias, abastezcan de los requerimientos físicos, materiales y alimentarios necesarios para realizar las labores de las y los maestros y las niñas y niños indígenas de la zona rarámuri.