Por: Rosalío Morales Vargas
Para las y los jubilados de la Sección XLII
Oye el rumor que crece y se amotina
Prueba el sabor ardiente del decoro
Mira el plantón que dignidad esculpe
Siente el nítido ejemplo luminoso
No declina estentórea la palabra
Se advierte altisonante y claro el tono
Pundonor que persiste sin ambages
Convertirá la displicencia en polvo
Se despliegan crepúsculos y albas
Al pie del campamento laborioso
Entre sombras y soles alternados
Sin duda se abrirán oídos sordos
Ni el frío ni la ventisca hacen mella
Ni la pesada carga en sus hombros
Combaten por lo justo sin descanso
Para que la victoria sea de todos.
Se cubre hoy la cuota de heroísmo
Mucha gente no sale de su asombro
Porque este campamento hará historia
Y la lección que emite cala hondo.
Es aquí donde nace la conciencia
Abrázala con brío cual tesoro
Jubiladas en pos de otro futuro
Avanzan entre meandros cenagosos.