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Se cumple una década de impunidad por el asesinato del defensor Ernesto Rábago; Denuncian campaña de criminalización contra su viuda Estela Mondragón y comunidades indígenas

Chihuahua, Chih.- Este lunes, indígenas venidos desde las comunidades de Baquéachi, Chinéachi, Wawatzérare y Bakuseachi, todas del Municipio de Carichí, y su viuda, la activista Estela Ángeles Mondragón, conmemoraron el décimo aniversario luctuoso de Ernesto Rábago Martínez, defensor de los derechos de estos pueblos ancestrales, quien el 1 de marzo de 2010 fue asesinado por integrantes del crimen organizado en su despacho. En tan señalada fecha, los congregados, primero en la ya tradicional misa en el Sagrado Corazón, la posterior marcha y la ceremonia ancestral frente a la Cruz de Clavos, denunciaron la impunidad imperante en torno a este caso 10 años o 2 mil 288 días después. En una conmemoración, marcada este 2020, por la incorporación de forma activa de las mujeres rarámuris, también se denunció una campaña de desprestigio y criminalización contra Estela Mondragón y las comunidades por parte de grupos con intereses en la región.

Durante la celebración religiosa –en los idiomas español y el rarámuri- y la marcha Estela Ángeles Mondragón y líderes de las comunidades indígenas desplegaron una gran manta recordando los 92 años de lucha por la dignidad de los territorios ancestrales del pueblo tarahumara en el Ejido Baquéachi, acompañadas de otras recordando los 10 años de impunidad que se cumplieron ayer de la ejecución de Rábago, década durante la que destacaron no ha existido ningún avance significativo en la investigación y los autores, tanto materiales como intelectuales, continúan en libertad.

Tras la marcha, los participantes llevaron a cabo una ceremonia ancestral frente a la Cruz de Clavos, en la cual se encuentra la cruz luctuosa de Rábago. Allí, los rarámuris danzaron, con hasta tres piezas, en honor a quien durante años fue el defensor de los derechos territoriales de sus comunidades, destacando que por primera ocasión en estos 10 años se pudo ver a mujeres rarámuri danzando junto los hombres.

Asimismo, realizaron la tradicional ceremonia de la curación, antes de que de forma histórica una mujer rarámuri, por encargo del Comisariado Ejidal de Baquéachi, fuera la encargada de dar lectura al manifiesto oficial lamentando la impunidad en torno al caso.

En él se hizo alusión a la falta de avances significativos por parte de las autoridades y diferentes Fiscalías en la investigación transcurridos ya 10 años de los hechos, denunciando que el crimen fue perpetrado precisamente por esta sensación de impunidad y la incapacidad de las autoridades a la hora de brindar protección a los defensores derechohumanistas, ya que previo a la ejecución el despacho de Rábago fue atacado por cócteles molotov y apenas 15 días antes de aquel fatídico 1 de marzo familiares del defensor fueron víctimas de un ataque.

De igual modo, la portavoz del Comisariado Ejidal denunció públicamente la existencia de una campaña de desprestigio emprendida por parte de grupos con intereses económicos en la región en contra de la viuda de Rábago, la también luchadora derechohumanista, Estela Ángeles Mondragón, y los habitantes de las comunidades indígenas a las que defiende.

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