Exigen a SEyD la destitución de nueva coordinadora de la Secundaria Técnica 92 denunciando posible corrupción y nepotismo del director de Técnicas en SEECH

Chihuahua, Chih.- Alrededor de 30 integrantes de la plantilla laboral de la Secundaria Técnica Federal 92, ubicada al norte de la ciudad en la colonia Riberas de Sacramento, acudieron esta mañana a la Secretaría de Educación y Deporte a exigir a las autoridades la destitución de la maestra Perla Karina Valenzuela del cargo de Coordinadora de Actividades Tecnológicas, en el cual fue presentada ayer, denunciando que se trató de un proceso oscuro y amañado. De hecho, los inconformes denunciaron que detrás de este proceso podría haber presuntos hechos de corrupción y nepotismo por parte del director del Departamento de Secundarias Técnicas en los SEECH, el profesor Rogelio González, y del jefe de Enseñanza, Miguel Campos, suegro de la maestra.

Con pancartas con lemas como “Procesos transparentes”, “Posible nepotismo en Depto. Sec. Tec. SEECH”, “Abuso de poder Depto. Sec. Tec. SEECH” y “Respeto a los derechos laborales”, maestros y administrativos de la Secundaria Técnica 92 acudieron al tercer piso del edificio Héroes de la Revolución a solicitar ser atendidos por el secretario de Educación y Deporte, Carlos González Herrera.

Tras personarse en el lugar el director del Departamento de Secundarias Técnicas en los SEECH, el profesor Rogelio González, y los inconformes negarse a dialogar con él por considerarlo el causante del problema, finalmente fueron atendidos por el coordinador de asesores de la SEyD, Héctor Villanueva Máynez, y personal de la Coordinación Jurídica de la dependencia.

Antes de entrar a reunión, la maestra Karla Palmira Torres señalaba que se encontraban “buscando audiencia con el Doctor González ya que hemos sufrido de ciertas irregularidades hacia nuestra escuela en el sentido de imposiciones de nombramiento de personal, de no reconocer los derechos laborales como es la antigüedad, el estar involucrados ellos en procesos de selección para los nombramientos en la escuela”.

En nombre de sus compañeros denunció presuntos “abusos de poder” de parte del profesor Rogelio en virtud de su facultad como jefe del Departamento “de condicionar y poder hacer las cosas a sus maneras” y supuesto “acoso laboral” de su parte vigilándolos, intentando averiguar qué estaban planeando y levantándoles actas.

“El día de hoy estamos aquí precisamente para la destitución de un nombramiento de una persona que se ha hecho en nuestra escuela en donde se destaca posible acto de corrupción y posible acto también de nepotismo”, refirió, asegurando que el citado jefe de departamento habría impuesto a la maestra Perla Karina Valenzuela como Coordinadora de Actividades Tecnológicas en la Técnica 92, un puesto por comisión, no regulado, que funge como una especie de subdirección.

Los inconformes sostienen que durante el proceso para cubrir la vacante –el cual inició desde diciembre- debieron haberse tomado en cuenta cuestiones como la antigüedad en el servicio, el perfil,… pero en cambio aseguran que “lanzaron convocatorias a su gusto, digo a su gusto porque hubo dos convocatorias en las que hicieron cambios, convocatoria a modo, dándole el beneficio completo a la maestra”.

Agregaron que, por si fuera poco, supuestamente las Jefatura de Enseñanza habían sido responsables de elaboración del examen de selección y entre ellas aseguraron que se encontraría el maestro Miguel Campos, suegro de la maestra, la cual habría recibido la puntuación máxima del 100 por ciento”.

Afirmaron que los malos manejos durante el proceso eran tan evidentes que si bien el nombramiento o presentación formal de la nueva coordinadora no tuvo lugar hasta ayer, desde el 12 de febrero denunciaron ante la Justicia Federal el caso anticipando el nombre de la maestra Valenzuela como la beneficiaria final del mismo.

Asimismo, informaron que el día de ayer el personal inconforme se negó a estar presente en el acto de presentación en la escuela, al cual se les citó sin previo aviso, “quedándonos afuera de nuestro espacio y el supervisor, desde lo largo de donde se encontraba nos tomó fotografías para evidenciar que nosotros no acudimos”.