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EUA, Jugando a ser Dios

Por: Marcelino Gómez Brenes

Alguna vez Woody Allen, en su película Maridos y mujeres de 1992, confirmaba la frase celebre de Einstein y agregaba: Dios no juega a los dados con el Universo, juega a las escondidas. Estas palabras dejaban claro la ausencia de una fuerza superior en nuestra cotidianidad y nuestra realidad. El cineasta norteamericano mostraba la existencia de un vacío, mismo que pretende y ha sido suplido casi por completo por el gobierno de EUA.

El asesinato del General Qasem Soleimani no sorprendió al mundo cómo debiera, hemos normalizado la existencia de un poder sobre el poder que naturalmente identificamos en las estructuras que conocemos como Estado Nación. Ese poder superior, llamado Estados Unidos de America y representado también fielmente a través de instituciones como la ONU o la OEA, se ha atribuido facultades propias de “Dioses”, imponiendo su agenda a nivel mundial sin un real contrapeso, mostrando su omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia al servicio de su naturaleza imperialista.

La omnipresencia del gobierno de los Estados Unidos sorprende al mundo entero; carga con su responsabilidad interna, una división política que se recrudecerá en vísperas de las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre del presente año y a la vez datos favorables como los del ultimo bimestre del 2019, en el que la tasa de desempleo se redujo en 3,5 % con la creación de 266,000 nuevos empleos según datos del mismo Departamento de Trabajo.

Al exterior su presencia parece azotar todas y cada una de las regiones del mundo, llevando a cabo un golpe militar en Bolivia en contra del Presidente Evo Morales, orquestando una guerra económica que deriva en lo político y en los social en Venezuela, respaldando al autoproclamado Presidente Guaidó, manteniendo el bloqueo contra Cuba, encarcelando a Julian Assange y controlando los actuales gobiernos de Ecuador, Chile, Brasil y Colombia.

Estados Unidos cree poseer un cocimiento absoluto, conocimiento que le da la razón para juzgar e imponer sanciones políticas y económicas a quienes no se dejen guiar por su verdad. Cuba, Corea del Norte, Irán, Iraq, Yugoslavia, Birmania, Zimbabue, Bielorrusia, Siria, La República Democrática del Congo, Sudan, Somalia, Libia, Costa de Marfil, Líbano, Ucrania, Yemen, Sudan del Sur, Rusia y Venezuela son los países víctimas de dichas sanciones.

El “Todo Poderoso” gobierno norteamericano mantiene actualmente una ocupación militar en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Somalia, Libia y Níger. Se ha dado el derecho divino de decidir por la vida o la muerte de quién interfiera en su camino. Trump afirma sin tapujos: ”Los encontraremos. Los eliminaremos. Siempre protegeremos a los estadounidenses”.  Soleimani sólo se suma a una inmensa lista de lideres políticos mundiales eliminados del mapa por el fuego gringo.

¿A quién busca Trump encontrar y eliminar?, ¿de quién o de que protegerá a los estadounidenses?

No se puede confiar, ni dudemos de la capacidad que tiene EUA en acabar con la esperanza de países y regiones enteras. Será fundamental la organización y alianza de los gobiernos democráticos y progresistas para crear un contrapeso verdadero. No perdamos de vista a quién sabotea todo intento de desarrollo de los pueblos del mundo.

En alguna ocasión, mi General Francisco Villa, al ser entrevistado,  declaraba que al terminar los estudios preparatorios le encantaría mandar a sus hijos a los mejores colegios de Francia, Alemania o España. Una periodista presente en dicha entrevista añadió que también podría mandarlos a colegios en Estados Unidos, a lo que Villa respondió: “No, señorita, a Estados Unidos no. A mis hijos, lo primero que les enseño es a odiar al enemigo de mi raza”.

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