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Miles de personas despiden al general Soleimani en Irán

Teherán. Una marea humana invadió las calles de Ahvaz este domingo en el primero de los tres días de homenaje nacional al general iraní Qasem Soleimani, quien murió el viernes en un ataque estadunidense en Irak.

Colocado sobre el techo de un camión adornado con flores y cubierto con una lona con el domo de la mezquita de la Roca de Jerusalén, los féretros de Soleimaini y el jefe militar iraquí pro-Irán Abu Mehdi al-Mudanis se abrieron paso lentamente entre la compacta multitud que se dio cita en esta ciudad del sudoeste iraní.

La televisión estatal, que colocó una franja negra en el ángulo superior izquierdo de la pantalla, retransmitió en directo la ceremonia en esta ciudad, capital de Juzestán, provincia mártir durante la guerra Irán-Irak (1980-1988) en la que Soleimani comenzó a brillar.

Tras las ceremonias que tuvieron lugar el sábado en Irak, está previsto que el homenaje nacional continúe en Teherán, Mashhad (noreste) y Qom (centro) hasta el entierro el martes en su ciudad natal Kerman (sudeste).

Reunida en la plaza Mollavi y varias calles alrededor, la multitud de Ahvaz agitó banderas rojas (color de la sangre de los «mártires»), verdes (color del islam) y blancas acompañadas de frases religiosas, así como retratos del general que comandaba la fuerza Al Quds, unidad de élite de los Guardianes de la Revolución a cargo de las operaciones exteriores de la República Islámica.

La agencia Isna habló de una multitud «incontable», la agencia Mehr -cercana a las ultraconservadores-, de un «número increíble» de participantes, y la televisión estatal de una «multitud gloriosa».

«Tu sueño»

Hombres y mujeres lloraban y se golpeaban el pecho al ritmo de una entonación chiita que repetía «Has cumplido tu sueño, has encontrado al imán Husein. ¡Oh! Has cumplido tu sueño».

Nieto de Mahoma, el imán Husein es una de las figuras santas más veneradas del chiismo, y los fieles suelen referirse a él como el «Señor de los mártires».

Los habituales cantos de «Muerte a Estados Unidos» también eran entonados con vehemencia.

Engalanado con banderas negras e iraníes, uno de los puentes que une las dos márgenes de la ciudad construida sobre el río Karun, se veía negro de gente y salpicado con puntos blancos: los retratos del general que alzaba la población.

Soleimani, jefe de Al Quds y arquitecto de la estrategia iraní en Oriente Medio, fue asesinado durante un ataque aéreo estadounidense cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.

La muerte del general, que Irán prometió vengar, conmocionó a la República Islámica y suscita temores de una nueva guerra en Oriente Medio.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que ordenó de manera personal el asesinato del general, anunció el sábado que su país tiene en el punto de mira a 52 sitios en Irán y que los atacará «muy pronto y muy duro» si la República Islámica actúa contra personal o bienes estadounidenses.

Estos sitios son «de muy alto nivel e importantes para Irán y la cultura iraní», aseguró el mandatario en un tuit.

52 sitios

Trump explicó que el 52 corresponde al número de estadounidenses que desde finales de 1979 y durante más de un año estuvieron retenidos por un grupo de iraníes en el interior de la embajada de Washington en Teherán.

«Apuntar contra sitios culturales es un CRIMEN DE GUERRA», respondió también a través de Twitter el ministro iraní de Relaciones Exteriores,Mohamad Javad Zarif.

«Habiendo violado gravemente el derecho» internacional con el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en Irak, Trump «amenaza aún con cometer nuevas violaciones», escribió Zarif.

De su lado, el ejército iraní respondió este domingo a la reciente amenaza de Trump asegurando dudar que Estados Unidos tenga el «coraje» de atacar a Irán.

«Dicen este tipo de cosas para desviar la atención de la opinión pública mundial de su acto odioso e injustificable», declaró el general Abdolrahim Musavi, comandante en jefe del ejército iraní, citado por Irna.

Fuente: La Jornada.

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