El presidente del PRI en el estado de Chihuahua, Alejandro Domínguez, calificó como “puro show” el conflicto interno que se generó entre diputados de Morena, luego de que las legisladoras Rosana Díaz y Edith Palma abandonaran la sesión del Congreso local, lo que permitió la aprobación al Gobierno del Estado para contratar un crédito por 3 mil millones de pesos.
Domínguez consideró que la narrativa impulsada por Morena busca deslindarse de una decisión que, dijo, fue previamente acordada al interior del grupo parlamentario. Afirmó que el abandono del Pleno por parte de las diputadas no fue un hecho aislado ni improvisado, sino parte de una estrategia política para aparentar desacuerdos que en realidad no existen.
Señaló que resulta poco creíble que los legisladores de Morena no estuvieran enterados del contenido del paquete económico y del tema del endeudamiento, al recordar que días antes sostuvieron reuniones con una alta funcionaria del Gobierno de la República, en las que, afirmó, necesariamente se abordaron asuntos relacionados con el presupuesto estatal.
El dirigente priista sostuvo que no se puede hablar de rompimiento real mientras no existan consecuencias políticas claras, como sanciones o expulsiones dentro del propio partido, por lo que insistió en que el discurso de deslinde es únicamente una simulación para consumo mediático.
Alejandro Domínguez añadió que lo ocurrido también refleja una disputa interna entre distintos grupos de Morena, donde algunos buscan deslindarse de decisiones impopulares sacrificando políticamente a otros actores, sin asumir de fondo la responsabilidad colectiva.
Finalmente, reiteró que la aprobación del crédito no se dio por casualidad y que las ausencias permitieron deliberadamente que se alcanzara la mayoría necesaria, por lo que, afirmó, Morena debe asumir su responsabilidad frente a los chihuahuenses y dejar de montar espectáculos políticos para evadirla.



