Tras la aprobación en lo general de la reforma a la Ley de Aguas Nacionales y la expedición de la Ley General de Aguas, el director local de la Conagua, Román Alcántar, afirmó que “hoy amanecimos contentos” y reiteró su llamado a la calma, al asegurar que no habrá afectaciones para las y los productores. Señaló que los señalamientos sobre supuestas restricciones —como impedir heredar, vender o rentar predios con pozos— son “totalmente falsos”, y acusó a “grandes acaparadores de agua” de difundir desinformación.
Alcántar subrayó que la iniciativa sufrió más de 50 modificaciones, además de 18 reservas recientes que incorporan planteamientos de los propios productores. Rechazó que la reforma busque centralizar el recurso, al contrario —dijo— pretende garantizar un uso equitativo, poner orden en el desorden hídrico heredado y frenar la mercantilización del agua.
También destacó la inclusión del mecanismo para regularizar los folios 8, un rezago histórico en Chihuahua, así como la eliminación de prácticas de acaparamiento mediante concesiones no aprovechadas.
El funcionario señaló que las recientes manifestaciones son mínimas en comparación con el padrón estatal y acusó intereses político-electorales detrás de algunos bloqueos.
Afirmó que la Conagua mantiene diálogo permanente con módulos de riego, el Consejo Estatal Agropecuario y organizaciones ganaderas, quienes —aseguró— han recibido certeza de que no habrá cambios perjudiciales.
Alcántar pidió a los productores “no dejarse engañar” y reiteró que la reforma no criminaliza al sector agropecuario, pues las sanciones van dirigidas únicamente a quienes lucran o acaparan el agua.
Añadió que la dependencia está lista para avanzar en la regularización de concesiones, recuperar vigencias vencidas y, una vez publicados los reglamentos, aplicar los nuevos lineamientos para garantizar un manejo responsable del recurso.