El alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, manifestó su absoluto rechazo a la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, a la que calificó como “absurda” y “hecha con las patas”. Señaló que la propuesta resulta dañina para el país y para los productores, quienes dependen de reglas claras y de procesos que no generen riesgos de corrupción o afectaciones a su actividad.
Bonilla destacó que le pareció positivo que en la Cámara de Diputados se haya dado espacio para escuchar a expertos y productores durante la jornada previa, algo que consideró fundamental para entender las implicaciones reales de la reforma. Subrayó que esa apertura debería ser el punto de partida para cualquier modificación legal que impacte al campo mexicano.
Afirmó que el país vive “en el gobierno del yoyó”, al referirse a que las decisiones se toman únicamente desde la visión del gobierno federal, sin tomar en cuenta a quienes serán directamente afectados. Por ello insistió en que los legisladores deben atender la voz de especialistas y ciudadanos involucrados en el sector hídrico.
El alcalde llamó a los diputados a recordar que no fueron electos por una sola persona, sino por el pueblo, a quien deben servir y representar. Añadió que la discusión de la Ley de Aguas Nacionales debe incluir diálogo, análisis y responsabilidad, especialmente por la relevancia que el recurso hídrico tiene para el desarrollo económico y social del país.
