Hoy 19 de noviembre de 2025 la Escuela Normal Rural «Ricardo Flores Magón» de Saucillo cumple un año sin un director/a y subdirectores/as fungiendo al frente de una institución formadora de maestras con nada más y nada menos que 94 años de historia y un importante reconocimiento. Un año en el que las autoridades educativas, encabezadas por Servicios Educativos del Estado de Chihuahua y la Secretaría de Educación y Deporte, han sido incapaces de encontrar una solución. No sólo eso, sino que pareciera que, pasado todo este tiempo, apenas se ha avanzado nada, las posturas continúan igual de distantes y reacias a ceder. Y si este panorama ya de por sí es desconcertante para unos y otros, aún lo es más escuchar una y otra vez ese discurso de que la escuela va caminando y está operando, simple y sencillamente porque es para unos una verdad a medias y para otros de plano una mentira.
Tras concluir el periodo de Cinthia Arelí Hernández Flores al frente de la Normal Rural, el 19 de noviembre de 2024 la autoridad lo tenía todo previsto para que los integrantes de la única terna registrada se presentaran en la institución y tomaran posesión de sus cargos, Patricia Guadalupe Chávez Flotte como directora, Araceli Urita como subdirectora Académica y Elías Arellanes como subdirector Administrativo. Algo que no llegó a suceder, ya que al tener noticias de ello las estudiantes, con el Comité Estudiantil «Pablo Gómez» al frente, tomaron la escuela negándose a permitir el acceso de los nuevos directivos, alegando una serie de señalamientos contra los mismos.
Desde el principio las posiciones fueron claras. La Sección 8 del SNTE, del lado de la terna de directivos, ante la posibilidad o sueño de controlar el semillero de maestras revolucionarias y de la disidencia. Por el otro lado, detrás de las estudiantes el grupo de la exsecretaria de Educación, Sandra Elena Gutiérrez Fierro, quienes se niegan a entregar el que fuera y continúa siendo su bastión. Desde entonces y manteniendo viva la vieja rivalidad, ambos han ido moviendo durante este año sus piezas como de una partida de ajedrez se tratara.
La toma de la escuela se prolongó durante 17 días hasta el 5 de diciembre, cuando las autoridades, que alcanzaron un acuerdo con los directivos en cuestión de iniciar una investigación para esclarecer si eran ciertos o no los señalamientos en su contra, mientras a las estudiantes se les daba por segura la destitución de los tres directivos y la convocatoria de un nuevo proceso, o por lo menos la presentación de una nueva terna. Esto último, ni por asomo ocurrió -hay quienes señalan que la Sección 8 del SNTE no lo permite exigiendo el reconocimiento a los directivos- , mientras que le proceso jurídico pasado un año aún no concluye. Por las declaraciones de las autoridades tampoco queda claro que haya intención de concluirlo.
Tras el acuerdo con las partes implicadas para por lo menos reabrir la escuela y que pudieran retomarse las actividades académicas, las autoridades informaron que los directivos no acudirían a la Normal Rural y que mientras se realizaba la investigación sería la maestra Patricia Mayela Amador Guzmán, titular de Educación Superior en SEECH, quien fungiría como encargada de la dirección de la institución.
Algo que quienes saben del tema aseguran que fue pura fachada, una mentira -el clásico movimiento de ficha para despistar- que incluso se defendía en declaraciones públicas, ya que en realidad eran los tres directivos -a los cuales se entregó el nombramiento- los que desde fuera dirigían la escuela, pero sin poder figurar. Esto, señalan fuentes internas, debido a que el oficio de resguardo emitido por Jurídico de SEECH se les instaba a cumplir su función. Claro que eso no se lo dijeron a las estudiantes, que terminaron enterándose y estallando.
El grado de enojo fue tal, al enterarse que los directivos a los que no aceptaban operaban desde la sombra y a sus espaldas, que las estudiantes, al sentirse engañadas por las autoridades por 10 meses, volvieron a plantearse y poner sobre la mesa una nueva toma de la escuela. Esto hizo reaccionar a las autoridades y SEECH, en una camioneta oficial, con logotipo del organismo, desplazó desde Saucillo a sus oficinas de la Antonio de Montes a una comisión del Comité Estudiantil el viernes 24 de octubre, en la tarde y ya cuando todo el personal había salido. Con el mismo hermetismo se mantuvo, por las dos partes, lo tratado y acordado en dicho encuentro.
Con el mismo secretismo -trascendió hace poco- las autoridades de SEECH se reunieron el jueves 6 de noviembre en la tarde con la directora, la subdirectora y el subdirector con nombramiento, los cuales cuentan durante todo este tiempo con el respaldo de la Sección 8 del SNTE, que le ha seguido el juego a SEECH -aunque hay quienes dicen que es al revés, lo cual merece capítulo aparte-, pero a los que las estudiantes rechazan. Bueno, a este respecto hay quienes afirman que ya habría división, que los Cuartos de la Licenciatura en Primaria ya no se cierran para no ver comprometido sus trámites de finalización de estudios, mientras que el Cuarto de Preescolar sería el que seguiría cerrado a aceptar el ingreso de los directivos. El contenido y resultado de la reunión con los directivos tampoco ha trascendido hasta hoy.
A todo esto, cabe señalar que pese a que las autoridades afirman que la Normal Rural de Saucillo está operando con normalidad, las estudiantes que egresaron el pasado julio no contarían con sus títulos porque no hay quien los firme, y además, de prolongarse la situación, se podría ver incluso comprometida su basificación en el servicio el próximo febrero.
Al margen, pero al mismo tiempo relacionado, la misma inacción de la parte oficial fue la que prevaleció durante los actos de abuso contra algunas de las estudiantes de nuevo ingreso durante un periodo de inducción que fue más allá de las dos semanas habituales. Un buen número de estudiantes se vieron obligadas a abandonar la institución -algunas de ellas con problemas de salud derivados de esta situación, ataques de ansiedad,…-, la autoridad se limitó a darles un espacio, a la que podían y aceptaron, en otra escuela formadora de docentes -otras abandonaron su sueño-, y a las tres o cuatro que resistieron lo hacían fuera del internado y fueron resguardadas en la casa de los maestros. Todo esto pese a las denuncias formales en Fiscalía y quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Y de cara al exterior simulando normalidad.
Pero volviendo al tema principal. No parece que sea con reuniones secretas con una y otra parte por separado como se vaya a lograr una solución a la problemática. A no ser que la estrategia de «patear el bote» consiga su objetivo, porque a eso parecen estar apostándole las autoridades, de que la liga se rompa por el lado más débil y una de las partes, cansada y viendo alguna situación académica o laboral en riesgo, dé su brazo a torcer. Pudiera pasar, pero ello no servirá para ocultar la incapacidad evidenciada para gestionar esta situación.
Esperemos, por el bien de la Normal Rural «Ricardo Flores Magón» de Saucillo y por respeto a sus 94 años de historia formando a maestras de excelencia pronto haya una verdadera voluntad de las autoridades de buscar la salida del laberinto que ellas mismas han venido construyendo.
Juegan blancas…



