¿Hay mañana para el mundo?

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Por: Rosalío Morales Vargas

La niebla obnubila la conciencia,
parece el porvenir sin un mañana,
Un manto de egoísmo cubre todo,
la avaricia cabalga desbocada.

Fascismo, imperialismo, genocidios,
guerras y rapiñado el medio ambiente,
las olas del desprecio fratricida,
en un mar proceloso y estridente.

La sumisión ante el poder del lucro
y el interés individual carcome
la dignidad humana suprimida
en torbellinos ácidos, salobres.

Prisionera en cárceles de envidia,
por el impulso de tener más cosas,
la competencia ruin e insolidaria
convivencias armónicas trastoca.

La idea de convertirse en opulento
atrapa al ser humano enajenado,
es reo en laberintos sin salida,
se desplaza al abismo paso a paso.

Pocos con mucho, muchos con muy poco,
Un rasgo inadmisible de este tiempo,
el vil expolio de la crema y nata
pregonando apetitos del dinero.

Mas la sombría anestesia no es eterna,
no arribará el moderno apocalipsis,
las fuerzas de la vida están enhiestas,
a pesar de lo rudo de la crisis.

No es un fatal decreto del destino,
ni jugar a los dados a la suerte,
es dar un giro pronunciado, un vuelco,
bosquejando el futuro en el presente.

Otro mundo posible construimos,
sin grilletes, cadenas, ni ataduras,
desde abajo luchamos por lograrlo,
dejando atrás la noche y la penumbra.