La directora general de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECH), Teresa de Jesús López Ramírez, aseguró que por el momento no existe ninguna situación que amerite una revisión adicional al caso de las maestras Sumiko Ortiz y Edith Díaz, quienes denunciaron actos de violencia laboral en la Dirección de Atención a la Diversidad y Acciones Transversales, y a quienes el área jurídica de SEECH reconoció el carácter de víctimas.
En entrevista, la funcionaria explicó que ambas docentes ocupaban cargos de confianza, los cuales , dijo, “se terminan, culminan, y ellas afortunadamente cuentan con su plaza base, una docente y la otra administrativa, sin afectación a su situación laboral”.
Agregó que no existen represalias ni sanciones en su contra, y precisó que únicamente dejaron los encargos que desempeñaban, al tiempo que reiteró que el caso se considera concluido, salvo que surjan nuevas denuncias que ameriten seguimiento.
Con ello, SEECH sostiene que las condiciones laborales de ambas maestras están salvaguardadas, aunque las afectadas han manifestado sentirse “más castigadas que los agresores”.



