El secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, informó que el Gobierno del Estado analiza la viabilidad de mantener operativa la planta de gas construida durante la administración pasada, la cual fue diseñada para abastecer las unidades Bowi, las cuales a día de hoy se encuentran descontinuadas.
La decisión será determinada por la demanda actual, dado que las nuevas unidades del transporte público funcionan con diésel Euro 5 y Euro 6, combustibles de bajas emisiones.
De la Peña explicó que recientemente sostuvo una reunión con directivos de la Oficina de Transporte del Estado (OTV), y que en breve se presentará una propuesta al consejo de la empresa pública. Señaló que, aunque la planta cuenta con todos los permisos necesarios y podría comercializar gas de manera independiente, su permanencia solo se justificará si resulta autosustentable; de lo contrario, se eliminaría ese gasto.
El funcionario subrayó que las principales marcas de autobuses en Europa y América del Norte han retomado el uso de diésel con certificaciones ambientales avanzadas, y que el desarrollo tecnológico se orienta hacia los vehículos eléctricos e incluso de hidrógeno. Indicó que en algún momento el gas parecía buena idea, pero la tecnología ha tomado otro rumbo.
Finalmente, De la Peña destacó que la elección del diésel Euro 5 responde tanto a su bajo impacto ambiental como a su facilidad de abastecimiento, reiterando que la prioridad del gobierno estatal es garantizar la eficiencia operativa y reducir costos innecesarios en el sistema de transporte público.