El presidente de Coparmex Chihuahua, Jorge Adolfo Treviño Portillo, consideró que la intención de Estados Unidos de imponer nuevos aranceles a productos mexicanos tiene un trasfondo más político que comercial, al señalar que existe una presión directa por parte del presidente Donald Trump, quien otorgó solo un mes para negociar.
“Todo arancel que metan en Estados Unidos para productos que salgan de México siempre va a afectar”, expresó Treviño Portillo, al subrayar que el incremento de tarifas eleva los precios, reduce márgenes de ganancia y retrasa las operaciones de exportación.
Recordó que Chihuahua exporta principalmente bienes automotrices, eléctricos y agroalimentarios, por lo que una barrera arancelaria afectaría directamente a proveedores de primer y segundo nivel, así como a pequeñas y medianas empresas que dependen del mercado estadounidense.
El dirigente empresarial añadió que persiste incertidumbre sobre las verdaderas motivaciones de esta medida:
Explicó que el defecto con lo de los aranceles es que ya nunca se puede saber si en realidad es un arancel que obedece alguna estrategia comercial o más bien es una presión para lograr otros objetivos.
