Brindis por el liderazgo femenino

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Por Dra Nicté Ortiz Villanueva

#palabrademujer #puntodevista

La palabra tiene poder, y saber usarla es una forma de liderazgo. Así lo entiende Toastmasters International, una organización global con presencia en más de 140 países, dedicada a desarrollar habilidades de comunicación y liderazgo a través de la práctica estructurada del discurso. En Chihuahua, el Club Toastmasters CANACO reúne cada semana a personas comprometidas con crecer, servir y liderar desde la palabra. Es en ese contexto donde este año se entregó el Premio Arnoldo Morán, reconocimiento 2025 al líder formador de líderes que celebra a quienes lideran con integridad, humildad y servicio a la comunidad.

La galardonada fue Jenny Jacinto, una mujer cuyo liderazgo ha dejado huella en quienes la rodean. Su entrega constante, su voluntad férrea, impulso y su capacidad para inspirar sin imponer, encarnan un estilo de liderazgo que merece ser celebrado: el liderazgo femenino con enfoque humano y comunitario.

Aprovechamos este reconocimiento como pretexto para compartir un brindis, ese acto simbólico que, más allá del protocolo, es una invitación a detenernos, reconocer y agradecer.

Un buen brindis tiene tres elementos esenciales: una emoción compartida, un mensaje inspirador y un deseo que nos proyecte hacia el futuro. En este brindis, las tres dimensiones se entrelazan alrededor del ejemplo de Jenny Jacinto.

Brindis por el liderazgo femenino

Levanto mi copa para brindar por una mujer cuyo andar nos recuerda que el liderazgo no necesita reflectores, necesita sentido.

La emoción es clara: gratitud. Agradecer a quienes, como ella, no solo trabajan, sino sirven. A quienes no buscan el reconocimiento, pero lo merecen. Jenny ha liderado procesos, proyectos y personas con una constante: la entrega. Esa entrega que no se anuncia, pero transforma.

El mensaje que inspira es el valor del liderazgo femenino con enfoque genuinamente humano. Las mujeres que lideran desde esta perspectiva no lo hacen “a pesar de” su identidad, sino gracias a ella. Actúan con visión, con estrategia, con fuerza, pero también con empatía, escucha activa, sensibilidad y claridad sobre las necesidades reales de su comunidad. Este enfoque reconoce que no todo liderazgo debe replicar moldes tradicionales de poder. Las mujeres como Jenny lideran desde el cuidado, la colaboración y la construcción, no desde la imposición. No se trata de romantizar, sino de visibilizar otra forma de ejercer el poder: una que construye y humaniza.

Y el deseo final: que muchas más mujeres se sientan capaces, respaldadas y convocadas a liderar desde su propia voz, a ocupar espacios no sólo para estar, sino para transformar. Que cada reconocimiento como este sea también una llamada a la acción para seguir creando espacios donde el liderazgo con rostro de mujer florezca con libertad.

Porque como dice la frase que acompaña este premio:
“Lo que haces por ti mismo se desvanece con el tiempo, pero lo que haces por los demás se convierte en legado.”

Celebramos a Jenny, pero también a todas las mujeres que eligen servir desde su metro cuadrado, que no esperan condiciones ideales para actuar, sino que crean condiciones mejores para las demás. Porque, como dice Jenny con #palabrademujer: “Estamos aquí para mejorar el metro cuadrado en el que nos tocó vivir.”  Y tú, ¿cuál es tu #puntodevista?