El presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, Álvaro Bustillos, informó en rueda de prensa que, ante el reciente cierre del hato ganadero, se ha mantenido en constante comunicación con la gobernadora María Eugenia Campos Galván.
La situación ha generado preocupación en el sector pecuario, por lo que se busca una solución coordinada con el Gobierno del Estado.
Bustillos señaló que el gremio no está conforme con el cierre y que existe un sentir general de inconformidad entre los productores. Aunque no abundó en detalles técnicos, dejó claro que la Unión Ganadera mantiene una postura crítica frente a la medida, al considerar que afecta directamente al desarrollo y comercio del sector.
El dirigente también expresó su molestia por lo que consideró una represalia: “El simple hecho de haber denunciado la presencia del gusano barrenador, parece haberse convertido en un castigo para los ganaderos de Chihuahua”, declaró.
Este señalamiento generó inquietud entre los asistentes, al implicar que la transparencia en el manejo sanitario está siendo penalizada.Durante el encuentro con medios, Bustillos evitó emitir opiniones con carga política. “No voy a declarar cosas de politiquería y eso”, dijo al ser cuestionado sobre posibles responsabilidades.
Agregó que, por el momento, no puede dar mucha declaración sobre el tema, pero aseguró que el diálogo con las autoridades estatales continúa abierto y que se están explorando caminos para resolver el conflicto lo antes posible.
