El exgobernador César Duarte Jáquez compareció este miércoles en rueda de prensa, acompañado de sus abogados defensores, para sostener la legalidad del pozo, la presa y represas que se encontraban en su racho «El Saucito», en Balleza, y denunciar que con su actuación la Conagua dejó sin agua a los productores de la zona, los animales y el abastecimiento de líquido contra incendios. Reiteró que la presa fue construida por su bisabuelo hace 115 años, que contaba con una concesión de 1942, dos años antes del Tratado de Aguas con Estados Unidos, y el pozo data de 1967 y está abierto en una área no de paso. Denunció que la Conagua conocía la concesión, porque sólo ahí consta que los cuerpos de agua tienen capacidad para 700 mil metros cúbicos -si bien asegura que en la actualidad apenas almacenaban entre 100 mil y 120 mil- y acusó que detrás de este ataque contra sus propiedades y campaña en su contra están dos senadores, Javier Corral Jurado y Juan Carlos Loera, que «nunca han sido productores ni productivos».
Acompañado de quienes lideran su equipo de defensa legal, los licenciados Juan Carlos Mendoza y Enrique Muñoz, el exgobernador de Chihuahua entre 2010 y 2016 compareció ante los medios de comunicación para dar su versión respecto a los señalamientos vertidos desde el Gobierno Federal en torno a la presa, cuatro represas y el pozo de su rancho «El Saucito», así como de la destrucción de los mismos por parte de la Comisión Nacional del Agua pese a que sostuvo que la misma conocería que la misma contaba con una concesión que data de 1942 concedida al padre del exgobernador.
Duarte inició señalando que habían convocado para hablar sobre los hechos que se ejecutaron en el torno del rancho de «El Saucito», propiedad de mi familia ya hace más de 100 años, una propiedad que ha aprovechado, ha trabajado, ha construido con gran esfuerzo mi familia y que es un patrimonio del cual me siento muy orgulloso. Y sobre todo ahora que han hecho sin duda el rancho más famoso del país».
Tras compartir el video de la participación del director general de la Conagua en la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, Mendoza señala que desde el 1 de octubre del 2016 el organismo levantó un acta de inspección y se hace presente en el Rancho El Saucito.
Respecto al pozo que la Comisión Nacional del Agua afirma que no cuenta con concesión, el abogado destacó que «hemos de resaltar es que este pozo está en una zona de libre alumbramiento (…)Ese pozo tiene este permiso de alumbramiento donde más que un permiso es un registro de la sociedad, la Constitución y la misma ley de agua nacional le permite a todos los mexicanos alumbrar en determinadas zonas. Esa esos permisos libre alumbramiento se terminó hasta el 2013».
Duarte tomó la palabra para recordar que hasta ese entonces muchos chihuahuenses que tienen tierras para uso agrícola o presones para sus animales podían hacer uso del libre alumbramiento. «Este pozo, ustedes observan la bomba que se usaba para ese pozo. Ese pozo lo hizo mi padre en 1967 porque hubo una sequía similar a la este año. Es un pumping jack, bombas que ya ni se usan, ahora las usan exclusivamente casi para el petróleo, claro, de mucha mayor dimensión, pero son mecanismos muy antiguos y ese pozo exclusivamente era para darle agua a las gentes que viven, que viven en el rastro, es decir, los vaqueros, sus familias, para eso era ese pozo. No era para otra cosa, es agua potable para la casa».
En torno a los presones, Duarte refirió que «no hay manera en Chihuahua de hacer ganadería si no hay presón, si no hay retención de agua. Recordemos el programa de Don Bernardo Aguirre en su gobierno, retener el agua» para generar la ganadería y poder explotar las grandes superficies ganaderas del estado.
De igual modo, el exmandatario estatal precisó que lo que se ve de concreto encima de la mampostería es porque a la misma se le hizo un revestimiento, «como un mantenimiento. Aquí hay personas que saben que por más de 115 años esa presa existe. Esa presa la hizo mi bisabuelo, Don Constancio Jáquez. Y esa presa se le dio mantenimiento por mucho tiempo, pero por la antigua que es el tuvo que revestir con concreto».
Dicho esto, César Duarte aseveró que «este es el problema cuando nos representan personas que en su vida han sido productores o productivos, solo saben destruir. El par de senadores que encabezaron este movimiento no tienen ni idea de lo que están hablando cuando dicen que el pozo y que me robé el agua y que me quedé con ella».
Mendoza agregó que es falso eso que sostuvo el Gobierno Federal de que con la destrucción de la presa y represas se había recuperado el agua para los mexicanos y para el Tratado, en primer lugar porque sólo hasta Ignacio Zaragoza esa agua sería usada por 14 mil productores, a los que se añadirían mucho más por el resto del cauce, que mucha del agua se perdería porque el mismo se encuentra seco, así como que la concesión o aprovechamiento de la misma data de 1942, dos años antes del Tratado de Aguas con Estados Unidos y por lo tanto no se puede afectar.