Por: Víctor M. Quintana S.
Tempestad de hechos, lluvia de acontecimientos estas semanas: la primera elección del Poder Judicial en nuestro país, la persistente locura de Trump, la elección de León XIV, …crímenes, grandes eventos artísticos y espectáculos. Pareciera que todo contribuye a que la fuerza mediática de todo lo anterior se imponga sobre una realidad de sangre y muerte que se ha prolongado ya por 600 días: el genocidio de Gaza. .
El domingo 1 de junio el ejército de Israel asesinó a 31 personas consumidas por el hambre que acudían a recibir ayuda alimentaria en la ciudad de Rafah.
Ante acontecimientos como éste el Equipo Humanitario de las Naciones Unidas en los Territorios Palestinos Ocupados señala que “Seiscientos días después del comienzo de la ofensiva Israelí, la situación humanitaria en Gaza atraviesa su momento más sombrío”.
El estado de Israel mantiene un bloqueo casi absoluto de la Franja de Gaza desde hace tres meses y ya impedido que alimentos, medicinas, combustible y agua potable lleguen a los más de dos millones de residentes palestinos. La intención genocida de Netanyahu y de sus aliados occidentales ha diversificado sus medios violentos: ahora se enfoca más a matar con el arma del hambre. Como dice un analista: “El hambre tiene menos prensa negativa que las balas y las bombas”.
Pero esto no significa que ataques armados, andanadas de misiles, de proyectiles de tanques y de bombardeos, aun sobre viviendas, hospitales y campamentos de refugiados hayan desaparecido. De ninguna manera porque lo que pretende el estado neonazi que encabeza Netanyahu es la aniquilación total del pueblo Gazatí. La desaparición total del pueblo palestino para “limpiar” étnicamente a esta tierra y convertirla en lo que Trump pregona “la Riviera del Medio Oriente”.
Han aumentado las muertes por desnutrición al tiempo que se sigue bombardeando hospitales, viviendas, campamentos, centros de ayuda alimentaria. La despiadada ofensiva israelí ha cobrado ya más de 50 mil muertes, la mayoría, mujeres, niñas y niños. Netanyahu supera con mucho al bíblico Herodes en lo que a asesinar inocentes se refiere
Y, sín embargo, Occidente parece voltear para otro lado . La mayoria de los gobiernos que se dicen democráticos y buena parte de sus sociedades o se han olvidado o han normalizado el genocidio.
A las múltiples crisis que ahora vivimos pareciera sumarse una crisis de nuestra conciencia ética y moral .
El individualismo narcisista, el inmediatismo, el consumismo y el confort personal parecen asfixiar la conciencia ética que todas y todos llevamos dentro y que, según el teólogo Leonardo Boff es la única garantía para salvar este mundo agobiado por los incendios bélicos, ambientales, políticos y sociales que brotan por doquier.
Es apelando a esta conciencia que un grupo global de activistas por la paz de muchos países están organizando una marcha para llegar hasta la frontera de Egipto con Gaza y demandar puertas abiertas y sin condiciones a toda ayuda humanitaria para el pueblo gazati. Hay que apoyar este ejemplar esfuerzo. En Chihuahua la colectiva Sandía Libre se ha organizado para enviar a una activista a esta jornada global. Están pidiendo cooperación para sus gastos de el transporte, hospedaje y alimentos . El contacto es https://www.facebook.com/share/16Pc1iAiMs/
Algo más podemos hacer: el gobierno tendrá sus razones para no romper con el estado de Israel. En el contexto actual de chantajes por parte de la administración Trump, no habría que extrañarse. Pero no estaría por demás que si no es el gobierno, sean diversos sectores de la sociedad mexicana, gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil, comunidades indígenas quienes lleven a cabo un rompimiento simbólico de relaciones con Israel. Dejar bien claro que no queremos ninguna relación con estados genocidas.
Gaza es un llamado continuo y urgente a nuestra conciencia ética, a lo mejor de cada quien. Hay que escucharlo y actuar en la medida en que nos sea posible . Es una forma de hacer presente la conciencia ética en un mundo cada vez más devastado.