




(Por: Alejandra Gómez) Ante el cuestionamiento de cómo atender las necesidades educativas de niñas, niños y adolescentes (NNA) del estado de Chihuahua y, al mismo tiempo, mejorar las condiciones laborales de la docencia, en la década de los 90 surgió el Centro Chihuahuense de Estudios de Posgrado (CCHEP) con el objetivo de formar profesionalmente en nivel maestría a las y los profesores.
“Desde el principio fue una iniciativa que se destacó no sólo por la novedad, sino también por la pertinencia en esa época clave en la política educativa del país”, dijo la coordinadora académica del CCHEP, Evangelina Cervantes Holguín, quien forma parte de las y los miles de docentes que desde 1992 han realizado sus estudios de maestría en las aulas de la institución.
Con el paso de los años, tanto los cambios sociales como las nuevas políticas educativas del país han exigido la constante actualización del profesorado, por lo que el programa educativo del CCHEP se ha adaptado a los diversos compromisos de la época y, además, siempre ha buscado que la formación docente esté un paso adelante de los desafíos dentro y fuera de los salones de clases.
Si bien la innovación ha sido la guía permanente del CCHEP, en la actualidad sus tres programas educativos, Maestría en Desarrollo Educativo, Maestría en Competencias para la Docencia y Maestría en Práctica y Transformación de la Docencia, están acompañados de un enfoque humanista que busca desarrollar capacidades integrales en el profesorado a fin de prepararlos para enfrentar los retos de sus comunidades.
Con este objetivo, en el CCHEP se estimuló la reflexión crítica de sus estudiantes, entre quienes figuran docentes frente a grupo en nivel básico, medio superior y superior, por medio de una innovadora estrategia académica: “Transformando la docencia: hackatón pedagógico en acción”, que pretende generar un cambio en la formación educativa al incentivar el análisis de sus propias estrategias de enseñanza y generar nuevas propuestas.
“En algunos lugares del mundo se está apostando por estas actividades que son lúdicas, pero que permiten que los profesores a partir del diálogo con otros y con otras reconozcan las necesidades de su entorno, las características de sus estudiantes y de las familias con las que trabajan, y la invitación de este ejercicio es que movamos nuestra creatividad, nuestro trabajo en equipo, y nos aventuremos a diseñar una estrategia innovadora para atender diferentes situaciones”, explicó la coordinadora Cervantes Holguín.
Tradicionalmente, las instituciones educativas de nivel superior tienden a valorar los avances académicos de sus estudiantes por medio de coloquios de investigación en los que se apegan a un rígido formato de exposición y evaluación, pero en el marco de las propuestas educativas de la Nueva Escuela Mexicana CCHEP decidió cambiar la concepción de los espacios de retroalimentación colectiva.
“Intentamos, con esta estrategia que hoy ponemos a prueba, derribar esta idea de alguien que está exponiendo y alguien que está escuchando, y otra persona que está evaluando”, dijo la coordinadora Cervantes Holguín, quien inauguró el hackatón pedagógico en las instalaciones de CCHEP Juárez, ubicadas en la colonia El Barreal, en el interior de la escuela primaria estatal Jesús Urueta.
El evento académico “Transformando la docencia: Hackatón pedagógico en acción” arrancó con la dinámica “Paracaídas de la alegría”, dirigida por la docente Mayra Castillo, en la que las y los estudiantes no sólo exploraron la integración en equipos, sino que también pusieron en práctica la resolución de problemas en comunidad y de manera creativa.
Así como esta lúdica actividad, el hackatón pedagógico consistió en el ejercicio de pares, en el que estudiantes de diversos grados de los tres programas de maestría y sus docentes formaron cinco mesas de trabajo para en conjunto buscar soluciones a problemáticas que se presentan constantemente en los distintos contextos educativos de Ciudad Juárez.
Los retos que enfrentaron estudiantes y docentes fueron Habilidades digitales para la docencia, Educación inclusiva, Gestión emocional y convivencia, Escuela, familia y comunidad y, finalmente, Vida saludable, para los cuales buscaron la solución creativa que mejor se adaptara a las necesidades de las comunidades en las que se ubican los planteles educativos donde desempeñan su labor docente.
Cada tema, además de coincidir con las materias impartidas por los programas educativos del CCHEP, atendió situaciones de interés para el profesorado, por lo que trabajaron de manera colectiva en el interior de los salones de clases para reflexionar en la búsqueda de soluciones, crear un prototipo y presentar sus ideas tanto a los otros grupos de trabajo como a un panel de expertos que retroalimentó las propuestas generadas.
Entre los resultados obtenidos, un equipo de la mesa de Vida saludable, guiada por el docente Daniel Núñez, propuso la creación del proyecto “Mi cartilla de salud escolar” para registrar el consumo de alimentos de los estudiantes, la actividad física, la asistencia a eventos sociales, acciones positivas y control de higiene a fin de localizar las oportunidades de mejora y contribuir al bienestar de la comunidad estudiantil.
“Esta es una profesión que apela del profesorado la actualización constante. Nuestras infancias, adolescencias y juventudes cada vez presentan mayores necesidades y, para ello, se requiere de un profesorado que esté un paso adelante para que pueda orientar el desarrollo de quienes en su momento serán las y los ciudadanos del país”, dijo la coordinadora Cervantes Holguín, quien desde el 2010 dirige al CCHEP Juárez.
Los objetivos del CCHEP no se limitan a fortalecer las capacidades del profesorado para atender los desafíos del aula, sino también para generar conocimiento sobre las comunidades y los contextos de las escuelas de Ciudad Juárez, pues las características de las familias y las condiciones de infraestructura y clima exigen diferentes respuestas de las y los docentes.
Actualmente CCHEP cuenta con una matrícula estudiantil de más de 100 estudiantes, quienes se sumarán a los egresados de la unidad en Ciudad Juárez, en Cuauhtémoc y en la capital del estado, y en conjunto contribuyen para dejar registro de la memoria educativa de una sociedad que con el paso de los años ha generado nuevos retos educativos.