Por: Elena Navarrete Armenta, docente ATP de tercera generación adscrita a la zona 131 de Saucillo
La educación siempre será un acto político por la búsqueda de mejores condiciones, mejores saberes y mejor vida.
Para las y los docentes que hoy se pronunciaron en paro de labores en contra de una iniciativa de reforma a la ley de ISSSTE mi admiración y respeto, somos compañeros y compañeras de lucha y compartimos la indignación que nos causa el atropello a los logros laborales adquiridos.
Para los padres y las madres de familia de las alumnas y alumnos de nuestros planteles se les agradece el apoyo brindado en este primer día, se agradece a aquellos que se acercaron a preguntar qué pasa, a los que ofrecieron café y compañía a los colectivos docentes en el paro de labores, esto posiblemente no termine aquí y necesitaremos más de ustedes.
Para aquellos padres y madres de familia que no saben qué está pasando les comparto: al cierre del sexenio anterior se anunció un compromiso por el anterior presidente sobre la jubilación, que prometía regresar al sistema anterior en que el retiro era por años de servicio y no por edad, este compromiso no se materializó. En cambio, el pasado 6 de febrero se presentó una iniciativa para reformar la ley del ISSSTE pero esta reforma no solo deja fuera el compromiso adquirido, sino que nos afecta aún más al imponer descuentos del salario y de prestaciones ganadas para atender lo que le corresponde al gobierno, como lo es el fortalecimiento del ISSSTE, pretendiendo que seamos los trabajadores federales, no solo maestras y maestros, todos los trabajadores de nivel federal quienes asumamos el costo de lo que le corresponde al gobierno federal. La iniciativa de reforma tampoco habla de la jubilación por antigüedad, ni de los créditos de vivienda impagables, que año con año incrementa la deuda en lugar de disminuir.
Por todo eso es que estamos inconformes, porque hace 18 años se presentó una situación igual donde se nos dijo que no nos veríamos afectados, que sería para bien, el resultado fue que ahora hay maestras y maestros que no se han podido retirar, que no importa cuánto hayan logrado avanzar económicamente durante su servicio porque el sistema de afores les quita todo logro adquirido y los deja con pago mínimo que no corresponde a los años trabajados.
Entendemos que hay inconvenientes al realizar acciones de protesta, que serán días de actividades que limiten las clases, pero la educación tiene que ser de calidad y para ello los trabajadores de la educación necesitamos tener buenas condiciones de trabajo, también con la lucha se educa y se aprende, que nadie, por grande o por ostentoso que parezca debe estar por encima de los demás. Un día sin clases, para algunas y algunos colegas docentes será un día de descuento en el pago, pero buscamos una vida laboral estable, que bien vale la pena ese sacrificio.
Esperamos encontrar la empatía entre colegas, padres y madres de familia, estudiantes y autoridades que nos representan. La lucha es una, el beneficio es de todos.