La noche del 19 de febrero de 2025, autoridades federales lograron la captura de dos lugartenientes clave dentro de la facción de «Los Chapitos», liderada por Iván Guzmán Salazar, perteneciente al Cártel de Sinaloa. Las detenciones ocurrieron en distintos puntos de Sinaloa como parte de una operación coordinada.
Los detenidos fueron identificados como José Ángel Canobbio Inzunza, alias «El Guerito», y Kevin Alonso Gil Acosta, conocido como «El 200». Ambos eran piezas fundamentales en la estructura criminal de «Los Chapitos» y operaban bajo órdenes directas del hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La primera captura se llevó a cabo a las 5:08 de la tarde en la colonia Las Quintas, en Culiacán. Elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional lograron ubicar y detener a «El Guerito», quien utilizaba el nombre clave «90» dentro de la organización.
Horas más tarde, a las 11:35 de la noche, se concretó la detención de «El 200» en la comunidad de Culiacancito, Sinaloa. En el operativo también fue arrestado su familiar, Gustavo Acosta López, de 56 años, cuya participación dentro del grupo criminal aún está bajo investigación.
Las autoridades han señalado que estas detenciones representan un golpe significativo para la estructura de «Los Chapitos», ya que ambos detenidos desempeñaban funciones estratégicas dentro del grupo delictivo, coordinando operativos de trasiego de drogas y logística de seguridad.
Tras su captura, los dos sujetos fueron trasladados a instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) para ser puestos a disposición del Ministerio Público. Se espera que en las próximas horas sean trasladados a un penal de máxima seguridad.
El gobierno federal ha intensificado sus operativos en Sinaloa y otras entidades del país con el objetivo de desmantelar la organización criminal liderada por los hijos de «El Chapo» Guzmán, quienes han sido señalados como responsables de una ola de violencia en diversas regiones.
Hasta el momento, no se han reportado enfrentamientos derivados de estas detenciones, pero las fuerzas de seguridad se mantienen en alerta ante cualquier reacción del grupo criminal.
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