Por: Profesor Juan Carlos Orozco Andrade
En mis 34 años como miembro de la sección 42 siempre he podido constatar quienes son los enemigos institucionales de nuestro sindicato. Pero también de manera clara, a quienes se les define como sindicalistas leales y fieles; aquellos que son capaces de dar la “vida” o cuando menos sus comentarios en redes sociales.
Aquellas y aquellos que integraron grupos para evidenciar malos manejos, traiciones y entrega de prestaciones siempre se les ha señalado como traidoras y traidores. Como ejemplo, aquellas compañeras y compañeros que tomaron por 50 días las instalaciones de nuestra sección, se les ha señalo fuertemente e incluso se les agredió físicamente por los integrantes del comité en turno. Eran unos traidores a las tradiciones de silencio y servilismo que tanto gustan a las dirigencias…
En este momento histórico, en el que la base sindical, quienes son los verdaderos representantes de la sección 42, están levantando la voz y señalando la grave crisis de Pensiones Civiles del Estado, que inicio en 1992 en el gobierno panista de Francisco Barrio y ha continuado de manera severa hasta el gobierno del mal logrado Javier Corral y el actual de Maru Campos. Se ha mostrado un interés férreo de terminar con el servicio médico que presta NUESTRO instituto de seguridad social. No les gusta a los de la derecha que los trabajadores del estado cuenten con un servicio digno, humano y de calidad. Consideran que por un estatus social o ideológico las maestras y maestros debemos ser violentados en nuestro derecho a la salud.
¿Por qué hago referencia a los enemigos del sindicato? Sencillo, los que en su momento lo fueron, ahora están dentro de la sección; y toda persona que tenga la valentía de señalar su omisión o complicidad en la destrucción de PCE se convierten en enemigos jurados. Lo mismo que ellos defendieron, no puede ser defendido por alguien más.
En este movimiento de conciencias que se está dando en la base, por parte de la misma sección y sus incondicionales, se han encargado de crear una narrativa en la que todo aquel que no obedezca al líder sagrado, es enemigo y debe ser atacado en su vida personal, su vida sindical, ideológica e incluso profesional.
Con mentiras y difamaciones personales se encargan en redes sociales, de manera anónima de soltar supuesta información que desacredita a todas y todos aquellos que están conscientes de lo que significa desafiar a un sindicalismo anacrónico. Se dan narrativas ridículas e incluso que caen en la estupidez y falta de inteligencia que solo demuestran quienes en verdad son los verdaderos enemigos del magisterio estatal.
Las promesas de campaña del actual comité quedaron en el basurero de palacio de gobierno, solo fueron palabras para envolver y crear una falsa esperanza de cambio a tantos años de corrupción en nuestra casa sindical. Paso a ser una continuidad, gracias a los intereses de grupo, de aquellas y aquellos que aun creen que tomarse la fotografía con el “líder” les da un estatus de superioridad.
En esta exigencia claramente existen intereses de grupo que buscan demostrar que fue mala elección la del actual comité, esa es responsabilidad de ellos, que demuestran su interés de poder antes que rescatar lo que tanto a costado al magisterio.
De las y los secretarios delegacionales, en su mayoría; es vergonzoso que no tengan la capacidad de defender lo que pertenece a sus padres, esposas e hijos, no son capaces de alzar la voz y exigir la defensa de su propia seguridad social. Se prestan a los valores entendidos entre la dirigencia sindical y el gobierno panista.
Como trabajadores de la educación, no permitamos que unos cuantos terminen con lo que se creó en beneficio de todas y todos hace 68 años, apoya a las compañeras y compañeros que están dando la cara por ti y tu familia, no los abandones, no les exijas, no los difames, acompáñalos a cada paso que dan en esta lucha.
