Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
En el colmo del absurdo, algunas personas suponen que hasta las condiciones climáticas las determina el magisterio.
Porque de otra manera no se exlplica el que sean destinatarios de ridículos insultos e improperios ante los cuidados preventivos que implica la migración a clases virtuales en educación básica debido a las contingencias ambientales.
Proferir pricipalmente en redes sociales, al remitirse el anuncio, una andanada de agresiones por el hecho de evitar la exposición al frío intenso a niños, niñas, jóvenes y adolescentes más parece una descarga de frustración que un reclamo válido, puesto que nadie en su sano juicio se regocijaría por ver a un estudiante carecer de buena salud por dicha inclemencia.
Craso error, deliberado o no, mencionar que los y las docentes están en su zona de confort pues se ignora que todo el personal, con alumnos o sin ellos, acuden puntualmente a sus diferentes centros de trabajo, no se quedan en casa cono malsanamente algunos perturbados quieren hacer ver.
Finalmente, sugiero a todos aquellos que se molestan o incomodan por la preservación de la salud de los menores, liberen su malogro convirtiéndose en profesionales de la educación, y así tal vez, pero tal vez entiendan de qué se trata cuando se habla de algo concerniente a dicho aspecto. Lo que sea.