(Información tomada de la página oficial de la UACJ Texto: Gustavo Cabullo Madrid y Foto: Alberto Pérez)
La pasión por el cielo puede nacer de muchas formas: de un libro, de una clase, de un sueño infantil. Para César Román Rubio Valles comenzó con el rugido de los motores que escuchaba desde su casa, justo junto al aeropuerto de Ciudad Juárez. Le bastaba asomarse para ver despegar y aterrizar aeronaves enormes, máquinas capaces de elevarse con una elegancia que, a él, desde niño, le parecía casi un acto de magia.
“Siempre se me hizo algo muy impresionante, muy increíble —recuerda—. De ahí nació mi gusto por la aeronáutica”.
Hoy ese niño ya no mira los aviones desde la banqueta: está a punto de viajar a Brasil para entender cómo se diseñan, cómo se validan y cómo se perfeccionan. Él y otros cuatro estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) —cuatro de Ingeniería Aeronáutica y uno de Mecatrónica— vivirán una semana de formación en el sur de Brasil, uno de los territorios más avanzados de América Latina en construcción y diseño aeroespacial.
Entre ellos va también Gibrán Antonio Yáñez Juárez, estudiante de 9º semestre de Ingeniería Aeronáutica, quien forma parte del equipo que representará a esta institución formativa en esta primera estancia de colaboración con la Universidad Federal de Santa María (UFSM), ubicada en Río Grande del Sur.
Esta visita es el primer fruto de un convenio de investigación firmado entre ambas instituciones, impulsado por el Departamento de Internacionalización de la UACJ y el Programa de Intercambio Académico Latinoamericano (PILA). Así lo explica el Dr. Arturo Paz Pérez, profesor investigador del Departamento de Ingeniería Industrial y Manufactura, quien ha acompañado el proceso.
Aunque la estancia dura solo cinco días, el itinerario promete ser intenso y profundamente formativo.
“Vamos una semana —dice Gibrán—. Sería como un preview de lo que podríamos volver a hacer en un futuro cercano. Si no nosotros, porque ya estamos por egresar, las nuevas generaciones podrán seguir desarrollando estos proyectos”.
Durante lunes y martes trabajarán con el equipo Aero Design, responsable de fabricar prototipos y aeronaves a escala. Después visitarán los hangares de la Fuerza Aérea Brasileña, con quienes la UFSM mantiene una sólida alianza. Santa María alberga la tercera base militar más grande de Brasil, un espacio donde se desarrollan proyectos avanzados de vehículos no tripulados y tecnologías emergentes.
Además, los estudiantes tomarán cursos cortos sobre métodos de elemento finito, dinámica de fluidos computacional (CFD), dinámica de vuelo y más.
“Son clases que complementan la internacionalización”, explica Gibrán.
Sus expectativas son altas, en especial porque Brasil es hogar de Embraer, una de las empresas aeronáuticas más importantes del mundo.
“Para mí es bastante gratificante tener acercamiento con personas que desarrollan aeronaves funcionales. Creo que nos puede aportar muchísimo”, asegura.
El Dr. Paz Pérez subraya por qué este tipo de movilidad es crucial para la formación universitaria.
“Es importante para compartir experiencias, tanto académicas como culturales. Vemos cómo planean, cómo desarrollan, cómo enseñan, cómo lideran equipos. Ese intercambio de perspectivas y de investigación es lo que realmente estamos buscando”.
Mientras los estudiantes mexicanos viajan a Brasil, la UACJ también recibe —de forma virtual— a alumnos brasileños que participan en un congreso académico. El intercambio se construye en ambas direcciones.
Las aeronaves no tripuladas: el futuro ya llegó
El grupo trabaja actualmente en un proyecto de drones agrícolas, enfocado en zonas de difícil acceso en Chihuahua. El Dr. Paz explica la relevancia de esta tecnología:
“La tendencia actual es que todo sea autónomo. Para que una aeronave sea totalmente autónoma se requiere entender su dinámica, los principios de control, su comportamiento. Eso es lo que estamos desarrollando”.
Esta visión conecta con los sueños personales de quienes forman el equipo, como lo explica Axel Román Rodarte Torres:
“Siempre me han gustado las aeronaves desde pequeño. Vivir este tipo de experiencias agrega mucho valor a mi decisión de estudiar Ingeniería Aeronáutica. Jamás pensé tener este acercamiento con una industria tan grande y avanzada”.
Gibrán, originario de Parral, agrega que su inspiración también tiene raíces agrícolas:
“Como parte de la materia Diseño de Aeronaves, pensamos en aplicaciones reales. En Parral y comunidades cercanas hay muchos campos agrícolas. Nuestro proyecto busca llegar a agricultores chihuahuenses que viven en zonas de difícil acceso”.
César, por su parte, sueña ya con emprender:
“Me gustaría crear una compañía dedicada a fabricar aeronaves: diseño, manufactura y todo lo que implica desarrollar un vehículo aéreo no tripulado”.
Actualmente, el proyecto se encuentra en etapa de prototipo. Las alas, el fuselaje, el empenaje y el sistema de carga y descarga ya están listos; sin embargo, el sistema de riego aún se encuentra en desarrollo.
Detrás de cada cuaderno lleno de fórmulas, detrás de cada maqueta y cada cálculo de vuelo, hay historias sencillas que empezaron mirando hacia arriba. Historias de niñas y niños que se enamoraron del cielo.
Hoy, esos niños viajan a Brasil.
Viajan representando a su universidad, a sus familias, a su ciudad y a una región que también sueña con construir aeronaves.
Viajan con la certeza de que esta semana puede abrir caminos que aún no existen.
Viajan con la convicción de que el conocimiento se comparte, se multiplica y vuelve a casa convertido en alas nuevas.
Mañana jueves despegan hacia Brasil. Y con ellos despega también una nueva etapa para la ingeniería en la UACJ.



